Dangerous Atracttion |H.S.|-PRÓXIMAMENTE

Capítulo 2

Si no fuera porque mi mandíbula está pegada a mi rostro, ésta ya estaría en el suelo. Nadie jamás había sido tan descarado, egocéntrico y estúpido conmigo; siempre he logrado que los chicos como él, se alejen de inmediato de mí. Pero este chico es diferente, y eso solo hace que me moleste su sola presencia.

—Como sea—ruedo los ojos, e intento sobrepasarlo, pero su mano se aferra a mi antebrazo sutilmente, haciendo que me frene de inmediato.

— ¿No piensas decirme tu nombre, dulzura?—un cosquilleo nervioso se adueña de mi cuerpo, ante el contacto de su aliento con la piel de mi cuello y mejilla, y me aparto bruscamente de él, escandalizada.

Lo miro directo a los ojos, buscando en él alguna pizca de cordura, pero no hay tal cosa en su semblante. Sus ojos libidinosos brillan con diversión, y su boca se tuerce a un lado en una sonrisa presumida. Frunzo el ceño hacia él, y juro que casi puedo leer en su frente un pequeño cartel, con luces de neón que dice: "Peligro"

—De ninguna manera—es todo lo que digo, y me apresuro por caminar lejos de su desconcertante e intimidante persona.

Cuando me alejo lo suficiente, me atrevo a mirar sobre mi hombro, y de inmediato me arrepiento de haberlo hecho. Él también se ha volteado, y sus ojos siguen firmemente puestos en mí persona con descaro, mientras que en sus labios sigue incorruptible la estúpida sonrisa suficiente con la que lo deje.

— ¿Qué ha sido eso?—Ruth reaparece a mi lado, y me jala del codo de manera brusca, pero a la vez cautelosa.

Hago un gesto desdeñoso con la mano, y evadiendo su pregunta, me apresuro por decir: —Busquemos a Niall y vayámonos de aquí—mi voz suena sutilmente nerviosa y tambaleante, pero hago mi mejor esfuerzo por no hacerlo notar demasiado.

Comienzo a caminar hacia el gentío, sin esperar una respuesta por parte de mi amiga, y esquivo algunos cuerpos sudorosos mientras intento llegar cuanto antes hasta la línea de partida. El chico nuevo ha conseguido ponerme nerviosa, y eso solo significa que nada bueno puede suceder con su presencia cerca de la mía.

Me detengo justo donde el aerosol traza una línea horizontal sobre el hosco asfalto, y miro a todos lados en busca de Niall. Un mar de cabezas y cuerpos en movimiento invaden mi campo de visión, pero no logro distinguir a mi amigo entre ellos.

—Allí está—chilla Ruth, quien se encuentra junto a mi otra vez. Vuelco mi atención hacia ella, y luego sigo la dirección de su mirada. Cuando finalmente localizo a Niall unos metros más allá, ruedo mis ojos al cielo y cruzo mis brazos sobre mi pecho, enfurruñada.

Niall está recostado contra el capo de su descuidado auto,  manteniendo una conversación bastante tranquila con una joven que viste únicamente un top diminuto, y una falda casi inexistente. Ella no debe tener más de dieciocho años, y aun así, luce como si tuviera cuarenta.

No logro ver a la joven con exactitud, sin embargo, la sonrisa coqueta y despreocupada que tira de las comisuras del labio de Niall, me dejan saber que él solo la ve como "La chica con la que pasará la noche". Típico de los corredores de carreras clandestinas.

—No creo que él tenga ganas de marcharse ya—suelta Ruth, y frunce el entrecejo mientras tuerce una sonrisa pícara en sus labios.

—Es algo que me tiene totalmente sin cuidado—suelto una risita—Puedo perfectamente coger un autobús—resuelvo, y curvo una de mis cejas hacia mi amiga, quien abre los ojos escandalizada.

— ¡¿Estas demente?!—reprime, de manera dramática—No conseguirás coger ninguno a estas horas. Y aunque aún no tengo ganas de irme, en el peor de los casos, puedo llamar a Alec para que nos recoja—ofrece, encogiendo sus hombros despreocupadamente.