Fangirl Diary. «5SOS»

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Desde el momento uno que ellos habían puesto un pié en el aeropuerto internacional de aquí, yo estuve presente. Logré verlos unos segundos mientras pasaban, escoltados por su seguridad. Me hubiera encantado poder conseguir una foto, un autógrafo, un recuerdo pero... seamos sinceros, eso no iba a ser posible, no aquí, no con todas las fans tan emocionadas y algunas tan locas por verlos aunque sea un momento.

Estuve largos ratos en el hotel, conociendo amigas, cantando, chillando, emocionándome cada vez que alguno de ellos se asomaba, saludaba y hacía alguna cosa graciosa, eso me hacía feliz, me hacía caer, de alguna manera, que ellos estaban aquí, que estaban cerca de mí, que mis ídolos realmente estaban en donde yo estaba, no más kilómetros, no más distancia... ellos estaban aquí.

El día de hoy, siendo el concierto, me quedé en el hotel hasta el momento que ellos se fueron. Volé, más luego, para poder llegar al pequeño estadio donde ellos tocarían, no, no es muy grande, pero lo llenaron y eso es lo que me llena de orgullo.

Todas las fans están emocionadas, me reuno con mis amigas en la fila y todas nos abrazamos, con lágrimas desprendiéndose de nuestros ojos, recordándonos que habíamos llegado hasta ahí, que lo habíamos logrado.

Las puertas del estadio se abren, la emoción y la locura comienzan.

Llego como loca a mi asiento, estoy entre las primeras filas, gracias a mi determinación y la de toda mi familia por conseguir ese lugar. Miro a mi alrededor, nadie puede creer que estamos aquí, hoy, ahora. Parecía que el tiempo no transcurriría más desde el momento que cada uno de nosotros pudo conseguir su entrada hasta hoy.

El tiempo pasa lento, el día se hace noche y... de repente... todo ocurre.

La batería de Ashton se pone a resonar por todo el estadio, las luces se apagan y los gritos alocados comienzan, al igual que los míos que no dejan de desbordar de mi garganta.

ELLOS ESTÁN AHÍ, APARECEN, SON REALES, SUS INSTRUMENTOS SUENAN, SU MÚSICA ME INVADE Y YO NO PUEDO HACER MÁS QUE LLORAR, ELLOS ESTÁN AQUÍ, YO ESTOY AQUÍ, TODO ES PERFECTO.

- Helloooooooo - se escucha a Luke hablar entre medio de los instrumentos y el público grita, incluyéndome. - Damn! you're so loud, people, I like it.

- YOU'RE LIKE ME, FUCK YEAH - la voz de Mike hace que grite aún más y que algo se encienda en mí.

- Don't. Swear. For the love of God, we're new here and Michael is ruin everything - oh, cállate Ashton.

- Don't be cruel with him, he's just excited - todos coreamos en afirmación a lo que dice Calum.

- Ok, I want to say something - dice Michael y los gritos hacen que él sonría. - ARE YOU READY?! - todos comenzamos a gritar aún más fuerte y todos ríen, haciendo que mi corazón palpite tan fuerte que parece que se saldrá de mi pecho. - MY NAME IS MICHAEL.

- HI EVERYBODY, I'M CALUM.

- WHAT'S UP GUYS, I'M ASHTON DRUMMER IRWIN.

- AND I'M LUKE HEMMINGS, AND THIS IS HEY EVERYBODY, SING WITH US!

Hey Everybody es la canción que da comienzo a la que es, sin duda alguna, la mejor noche que he vivido en toda mi vida.

El setlist se compone de canciones del primer y segundo álbum, además de unos cuantos covers, canto, grito y lloro a lágrima viva en cada canción que ellos interpretan sobre ese escenario, todos se mueven de aquí a allá, están encantados con nosotros, se les nota en sus enormes sonrisas, en sus pausas para escuchar nuestros gritos, en absolutamente todo lo que ellos hacen o dicen.

El tiempo se me escurre de los dedos y, antes de querer darme cuenta, She Looks So Perfect está sonando... y con ello me doy cuenta que el concierto está por terminar.

Coreo la canción a todo pulmón, por más que sienta que éstos se me saldrán por la boca porque estoy segura de que ya no tengo voz en lo absoluto.

- THANK YOUUUUUUUUUUUUU - se los escucha gritar a todos.

- THANK YOU FOR BEING AN ABSOLUTELY AMAZAING, WONDERFUL AND BEAUTIFUL CROW TONIGHT, YOU GUYS ARE THE BEST OF THE FUCKING WORLD! - grita Mike y simplemente las lágrimas ya no pueden parar de salir.

Ellos vuelven a presentarse una vez más y, mientras música suena de fondo, mezclada con nuestros gritos, ellos dejan los instrumentos a un lado para poder acercarse al escenario, hacer una selfie y, más temprano que tarde, hacer una ovación ante nosotros y, concluir al fin, despidiéndose y desapareciendo por el escenario que apaga sus luces, sumiendo todo en la oscuridad.

Las luces del estadio se encienden, volviéndose demasiado brillantes para mis ojos irritados por el llanto, más brillantes, más brillantes.

Y cuando quiero darme cuenta, estoy abriendo los ojos, entre las sábanas de mi cama, abrazando la almohada con fuerza. Toco mi cara y noto que está húmeda, he llorado en sueños.

Suspiro y niego con la cabeza, una sonrisa involuntaria se asoma en mi rostro mientras me levanto y busco mi diario.