Hoy es treinta y uno de diciembre, la última noche del año. Esa noche en la que todo es posible. Quizá no me creáis pero desde el día de navidad llevo pensando en todo aquello que no he hecho, que he hecho mal o que me gustaría hacer.....y todo por culpa de la película Noche de fin de año....T.T no veáis pelis que os hagan pensar.....es malo.
Bueno a lo que iba que me desvío. Esta noche es de alguna manera mágica, te reúnes con la familia para cenar, te reencuentras con familiares que no ves desde hace siglos y por último te diviertes, tomas las uvas a las doce y te vas de fiesta.
Y esto es lo que estoy haciendo ahora, he sido arrastrada hasta un pub de mi ciudad por mi mejor amiga Santana. Ella está superfeliz, es normal está enamorada.
-¡Vamos Quinn alegra esa cara! -dice mi amiga acercándose a mi y pidiendo una copa- gracias guapa- le guiña un ojo a la camarera y esta baja la vista avergonzada.
-Contente Santana -la miro por encima de mi copa- te recuerdo que tienes novia.
-Nadie me prohíbe mirar Q -me da una sonrisa ladeada- ¿Qué hora es?
Compruebo mi reloj.
-Falta una hora para la media noche.
-Espero que llegue a tiempo -contesta y se va a la pista de baile.
¿Qué llegue a tiempo? ¿Quién?
Este año Santana y yo hemos decidido pasar las noche vieja fuera de nuestra ciudad natal, lejos de nuestros familiares y amigos. Nos hemos reunido con nuestros nuevos amigos de la ciudad en la que estudiamos.
Entre todos alquilamos un local y contratamos una agencia de catering y un Dg que nos ponga buena música y a si pasar a lo grande la noche para comenzar con buen pie el año.
Pero la dichosa película sigue dando vueltas en mi cabeza y no me deja tranquila.
Observo a Santana bailar durante un rato, varios amigos se acercan a conversar conmigo y alguno me saca a bailar. Cuando quiero darme cuenta ya son las once y media, mi mejor amiga busca como loca a alguien en la multitud.
-¿A quién buscas? -pregunto con curiosidad.
-¡Por fin! -grita cuando encuentra a quien busca- ¡Britt!
Sale corriendo de mi lado y se lanza a los brazos de una rubia de ojos azules que la besa sonriente. Brittany Susan Pierce es la novia de mi mejor amiga Santana Marie López. Les ha costado lo suyo salir y ser felices, pero lo han conseguido y estoy muy feliz por ellas.
A su lado hay un morena un poco más baja que Santana. Su nombre, Rachel Bárbara Berry. Ella es la chica que me trae de cabeza, que hace que mi corazón lata desbocado (como ahora mismo) y por la que no puedo para de sonreír.
-¡Hola Quinn! -Rachel me besa en la mejilla.
-¡Hola Rachel! ¿Qué haces aquí? ¿Pensé que os quedabais en casa? -pregunto en su oido, tan cerca que puedo oler su dulce colonia.
-Britt no quería pasar la última noche del año sin San -se encoge de hombros- así que me vine con ella.
-¿Qué pasa con tu novio? -pregunto cada vez más cerca.
-Lo hemos dejado hace más de tres meses -susurra de vuelta- ya no era lo mismo desde hace un tiempo y tenía que acabar con esa relación sin sentido.
Nos quedamos un rato calladas simplemente mirándonos, las luces se encienden y la música se atenúa, la media noche está llegando. Los camareros que pasan a nuestro lado y nos entregan las doce uvas.
-¿Qué haces realmente aquí Rach? -pregunto curiosa sin aparta mis ojos de su mirada chocolate.
Se encoge de hombros, me da una mirada ladeada y suelta una suave risa que me eriza la piel.
-Puede que no te lo creas pero.....me estoy arriesgando -su sonrisa se hace más amplia.
Un mechón de su pelo escapa de su recogido y le cae sobre la cara.
-¿Arriesgándote a qué? -pregunto apartándoselo de la cara y acariciando su mejilla.
No obtengo respuesta pues Britt y San llegan hasta nosotras y nos empiezan a gritar.
Poco después el gentío se calla y solo se oye la voz del comentarista de la tele que empieza a anunciar los cuartos y después comienzan las campanadas.
-Una -grita la tele.
Las cuatro nos miramos y empezamos a comer las uvas al son de las campanadas. Entre risas y como puedo termino de comerme las doce uvas y la sala estalla en gritos y festejos. Ya estamos en 2016.
Britt se lanza a los brazos de San y la besa con pasión. A parto la mirada con una triste sonrisa y me giro para felicitar a Rachel el año. Ella está más cerca de lo que pensaba, rodea mi cintura con sus brazos y me atrae junto a su cuerpo. Mis brazos automáticamente se colocan en su cuello y mis manos se enredan en su pelo.
-Esto es por lo que he venido a arriesgarme -susurra en mi oido.
La miro y veo como sus ojos chocolate brillan de emoción antes de inclinarse para besarme. Cierro los ojos y espero ansiosa el momento en el que sus labios se unen a los míos. Primero es solo un pequeño roce, labios contra labios. Después su lengua perfila mi labio inferior y me pide permiso para entrar en mi boca. Cuando la dejo pasar, su lengua busca la mía y recorre toda mi boca degustando mi sabor, haciéndome perder la cabeza mientras juega con mi lengua.
Cuando quiero darme cuenta, me encuentro apoyada contra una pared y respiro con dificultad. Rachel tiene apoyada la frente en mi hombro, sus manos dibujan círculos en mi espalda y su respiración es trabajosa e irregular.
Cuando el ritmo de mi corazón se ralentiza y el oxígeno vuelve a llegar a mi cerebro, la susurro al oido.
-Gracias por arriesgarte.
Rachel levanta la mirada de mi hombro, sus ojos chocolate brillan esperanzados y una sonrisa ladea empieza formarse en sus dulces labios. La atraigo hacia mi y la beso, esta vez soy yo quien entra en su boca y exploro con mi lengua su cavidad llenándome con su sabor.
Cuando nos separamos de nuevo una gran sonrisa adorna su cara.
-Feliz año Quinnie -besa mis labios.
-Feliz año Rach -la beso de nuevo apretándome a un más contra su cuerpo.
Ella es la primera en romper el beso, tira de mi mano y nos lleva a la pista de baile donde Britt y San nos miran sonrientes.
-Esto si es una buena forma de empezar el año -mi mejor amiga me abraza.
-Lo es -sonrío como tonta sin poder apartar mis ojos de Rachel.
Es la mejor forma de empezar el año.
Hacedme caso y arriesgaros en esta última noche. Yo lo hice....bueno más bien ella lo hizo....o lo hicimos las dos....eso ahora no importa. Lo que importa es que no me arrepiento de lo que ocurrió y empecé el año de la mejor manera posible y con un buen sabor de boca (nunca mejor dicho su sabor es delicioso)
Pasen una buena noche vieja y Feliz año 2016
