¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Clarke y Lexa son compañeras de habitación en la universidad. Llevan conviviendo juntas desde hace tres años y este cuarto es su último año. Al principio no se aguantaba incluso llegaron a odiarse, pero con el paso del tiempo han conseguido por lo menos respetarse. Sus amigas piensan que están enamoras, pero ellas siempre lo han negado. No se aguantan.
Lexa es morena de ojos verdes y piernas de infarto. Eso es lo que dicen todos los chicos de la universidad. Pues ella es inalcanzable para ellos, por lo que se limitan a babear cada vez que pasa por delante. Es lesbiana desde que tiene memoria y se lleva a las chicas de calle. Chica estudiosa y de brillante inteligencia, pero las chicas que la buscan solo la quieren por su cuerpo.
Clarke no se queda atrás. Rubia y de ojos azules, tiene una delantera que impresiona y que llama la atención de toda aquella persona que la ve. Y ella como no, le saca partido causando la envidia insana de algunas y el babeo constante de otros y otras. Viene de una familia de deportistas por lo que ama mantenerse en forma y salir a correr. Estudia lo justo para aprobar pues tiene una beca de deporte. Ella prefiere salir de fiesta y tirarse a cualquier persona que se la ponga a tiro.
Dos chicas de caracteres opuestos que terminan viviendo juntas en una misma habitación. Todos pensaréis que esa relación estaba abogado al fracaso. Y en un principio fue así, pero las cosas cambian. Una necesita ayuda con sus clases de mates y otra debe superar las pruebas físicas de gimnasia.
Así se inició su precaria amistad. Porque al tener un carácter tan opuesto, chocan la una contra la otra. Pero durante los cuatro años que llevan estudiando juntas han estado ahí para la otra cuando era necesario. Dicen que el roce hace el cariño. Todo el mundo piensa que son novias y ellas lo siguen negando. La universidad se acaba y sus caminos se separarán. ¿Acabarán juntas? ¿O se olvidarán para siempre?
..-.-....
Lexa estaba cansada. Los exámenes finales habían acabo y su vida también. Ya no podía más. Por fin era hora de esas ansiadas vacaciones que tanto estaba deseando. Se despidió de sus compañeros tras el último examen y se dirigió a su habitación.
No quería saber nada más de nadie hasta que dieran las notas. Pensaba encerrarse en la habitación si su compañera no estaba o irse a algún sitio para disfrutar del aire libre. Necesita con urgencia relajarse y un polvo.
Si un polvo de esos que te dejan dolorida al día siguiente. De esos que recuerdas cuando músculos que no sabías que tenían se quejan. Tenía ganas de las caricias de una buena amante. Alguien que supiera complacerla de verdad, pero también que la llenara a nivel sentimental.
Se había cansado de todas esas idiotas que se acercaban a ella solo por su físico y que creían que con un polvo les haría los deberes que ellos no tenían ganas de hacer. Se había acabado.
Con un suspiro frustrado ingresó en su habitación.
Lo primero que noto fue la baja luminosidad de la estancia. Para ser cerca de la una del mediodía apenas entraba una pizca de claridad en la habitación. Lo segundo fue el olor a sexo. Allí apestaba y mucho. Y lo tercero fue el inconfundible sonido de un vibrador y los gemidos de su compañera de habitación.
