Capítulo 13

8.3K 627 101
                                    

Vladímir

- Las autoridades siguen al tanto de posible información, se les pide a todo ciudadano Neoyorquino que posea algún dato sobre la desaparición de adolescente por favor acerc..- Apagó la televisión. La noticia de la desaparición del pequeño estaba en la mayoría de los canales noticieros, lo cual es extraño ya que había dado por hecho que al ser de una familia de bajo recurso y además de vivir en lugares donde la Policía no tenía pizca de poder o influencia... Bueno no pensó que el pequeño le importara a alguien.

Dejó el control de la televisión sobre el sofá y se encaminó a la cocina, a estas horas de la mañana mataría por un café.

Su celular comenzó a sonar en la sala principal, su café tendría que esperar, corrió en busca de este revolviendo todos los almohadones del sofá.

- ¿Hola? -Contestó con esperanzas de recibir noticias de Luka.

- Hijo. Vlad, sólo llamaba para ponerte al tanto y necesito que hagas algo por mí. – Yarik Sonaba apurado del otro lado de la línea.

- Claro dime que sucede. Contestó tirándose al sofá.

- Verás, el Pakhan Shikov ha convocado a una Junta, pero sólo asistirán los Unikalye, necesito que pases por el Bufete de abogados, pregunta por Christopher, él te dará unos documentos, encárgate de llevarlos a casa. Eso es todo luego te quedas libre de obligaciones, pero sólo por este día. ¿entendido? – Recompensó su padre aquel favor. Vladimir en ese momento no creyó que fuera importante la reunión de su padre, tarde nos enteraremos la naturaleza de los movimientos del Pahkan.

- Sí señor.

Volvió a su habitación y se cambió de ropa listo para hacer el pedido de su padre y así poder tener el día libre. Tomó las llaves de la mesa y escuchó pasos en la cocina, apresurados casi corriendo de un lado a otro.

Al acercarse lentamente vio sorprendido al menor, allí se encontraba Nikolái tratando de limpiar lo que parecían ser restos de un paquete de pastas, a un costado de la mesada había una dos tazas y las puertas de la alacena abiertas de par en par.

- ¿Qué estás haciendo? - Preguntó divertido ya que al intentar juntar la pasta sólo conseguía desparramarla más.

- Y-yo qu-que-quería. -Agachó el cabeza apenado por su titubeo. -Desayunar. -Susurró al final.

Aquel comportamiento temeroso no podía deberse a otra cosa que lo que vivió el anterior día, parecía aturdido y confundido por lo que pasaría con él.

Vladimir recordó que estaba por preparar la cafetera antes de la llamada, así que tomó las capsulas de café y sirvió en las dos tazas,

- ¿Te gusta el café? – Preguntó siendo que era la única opción que tenía para beber.

No sé qué cosas le gustan a un niño de 15 años, pero supongo que puede beber café.

- Debo limpiar. -Respondió en susurros.

- Déjalo. Lo limpiará el servicio más tarde, ahora siéntate a desayunar. - Orden dejando ambas tazas sobre la mesa, colocó una frente a él una vez que tomó asiento, debía de darle algo más, revisó en el refrigerador en busca de algo para el niño.

mantequilla, si puede que sirva, ahora..., ajá pan integral. Con esto debe de bastar.

Dejó todo sobre la mesa y también volvió al refrigerador por frutas. No tenía idea que le gustaba así que dejó todo tipo de fruta que se encontraran en el refri.

Él sólo le miraba con los ojos bien abiertos, tal vez se le paso la mano con las opciones para el desayuno.

- Prueba. -Pidió levantando la taza, indicándole que hablaba del café. Su cara fue un poema. Apretó sus ojos y tragó con dificultad, para luego sacar la lengua afuera y poner cara de disgusto.

THE BRATVADonde viven las historias. Descúbrelo ahora