Capítulo 3 'Vidas'.

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- ¿Tía que haces? Llevas aquí tres horas. - Qué exagerada.

- Anda contigo quería yo hablar, zorrón. - Suelto directa.

- ¿Qué pasa? - Pregunta.

- ¿Por qué le has dado mi número a Carlos?

- Le pidió a Freddy que me hablara para conseguir tu número, eso es amor. - Responde.

- Me ha invitado a salir esta tarde. - Me sonrojo.

- AYYYY que monos, hacéis buena pareja.

- Sólo somos amigos, por decimoquinta vez.

- Sí, ya. Por cierto, tu madre se ha ido ya.

- ¿A dónde? ¿Es que aquí nadie me consulta nada? - Pregunto indignada.

- Se ha ido con Teresa a la peluquería. - Teresa es su amiga desde que eran enanas y siempre que tienen oportunidad están juntas.

A las cinco Emily se va a su casa, estoy sola y tengo que prepararme. La verdad es que me da mucha pereza, soy de las que iría en pijama a casi todos lados. Pongo a cargar el móvil y empieza el mismo dilema de todos los días, ¿Qué me pongo?. Escojo un pantalon vaquero de tiro alto, una camisa blanca de botones, unas converse blancas y recojo mi pelo en una cola. Me maquillo un poco, lo básico, no soy de las que tienen más plástico y maquillaje que el bazar chino de mi ciudad. Me siento a que pase el rato mientras uso el móvil.

George [17:30]: Mi amor, no nos vemos desde que terminó el curso.

Marina James [17:55]: Mi niño, es verdad. ¿Ya has regresado de NY?

George [17:57]: Si, hace tres días, quiero verte.

Marina James [17:58]: ¿Podemos vernos mañana?

George [18:01]: Sí, vamos al cine a ver Palmeras en la nieve, me han dicho que es preciosa.

Marina James [18:02]: Claro, no sabes las ganas que tengo de estar contigo.

George es mi mejor amigo, no lo veo desde final de curso, estuvo en Nueva York de viaje con su novio, llevan tres años y le ha hecho ese gran regalo, la verdad es que están muy enamorados.

A las siete menos cuarto salgo de mi casa. Vivo cerca del centro y me gusta ser puntual, a ser posible llegar antes de lo previsto. Aparco mi coche a las siete menos cinco y me dirijo hacia el centro, veo que en la puerta del Starbucks está Carlos esperándome.

- Hola. - Me recibe con una gran sonrisa y un beso en la mejilla.

- Hola. ¿Llevas mucho esperando?

- No, justamente acabo de llegar. - Me gusta su puntualidad.- Estás guapa.

- Muchas gracias, tú también. - Me sonrojo. - ¿Entramos?

- Vamos. - Me abre la puerta y me invita a pasar al interior de la cafetería.

Nos sentamos en unos sofás y pedimos.

- ¿Qué desean tomar? - Pregunta la camarera mientras se come a Carlos con la mirada.

- Yo un Frapuccino de caramelo. - Fue amor a primera vista.

- Yo un Frapuccino de fresa. - Pide Carlos.

- Oh, que barbie. - Me burlo. Río como una foca retrasada al ver su cara de pocos amigos.

- Qué amable. - Dice Carlos.

- Exageras. - Chuleo, todo el mundo sabe que era ironía. - ¿Por qué la invitación?

Mientras vivimos, Vivamos. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora