Otro día más o así les decía SungJong, no era alguien que tuviera una vida por completo normal, aunque lograba aparentarlo muy bien, siendo de una de las familias más importantes de todo Corea pero vivía en un pequeño pueblo a las afueras de Seul debido a que a su padre no le agradaba mucho la ciudad. El era conocido por su rostro que parecía de una muñeca de porcelana, cortesía de su hermosa madre quien es actriz y por esto la mayoría del tiempo no esta en casa.
Se despertó como en cualquier día, su torso estaba desnudo pero cubierto de varios moretones en el, al ponerse ropa eran invisibles así nadie sospecharía de lo que pasa dentro de la casa de los Lee. Aun recordó muy bien la noche anterior, por accidente había tirado al suelo un poco de jugo entonces debían castigarlo. ¿Por qué ese tipo de castigos? "Así nos educaron a nosotros hijo" Esas eran las típicas palabras de su padre pero sabía que no eran ciertas. En ese casa la mayoría del tiempo solo eran el y su padre, gracias a dios lograron llevarse a su hermana de ahí pero el no fue tan afortunado al ser el hijo mayor.
Se levantó con cuidado y fue hasta el baño donde se miró al espejo. -Otro día más SungJong -. Se dijo a si mismo, cada día era igual. No tenía amigos en la escuela, anteriormente conoció a un chico llamado SungKyu que igual sufría lo mismo que el, pero logró escapar de sus padres y no se supo más de el.
SungKyu le había dado la idea de escapar al chico de piel de porcelana pero este se negó debido a que en ese entonces tenía que proteger a su hermana, el tomaba los castigos por ella y así no salía lastimada. Por suerte la chica había conseguido una beca de intercambio y logró irse del infierno que vivían.
SungJong bajó las escaleras ya listo para un día más de escuela, había ocasiones que pensaba en recurrir al suicidio pero no era tan tonto para hacer esas cosas aun tenía que ver a su hermana otra vez.
~*~
-Myungsoo, ¿qué estas observando? -Dijo un chico de cabellos castaños y un poco ondulados, su torso estaba desnudo como el del adverso debido a las alas que ambos tenían en la espalda.
-Shh -. Lo calló el azabache que era un poco más bajo que el, su mirada iba hacia donde la tierra se encontraba observando al chico de piel de porcelana irse rumbo a la escuela. -Tonto... a ese paso llegarás tarde.
El castaño lo miró extrañado al verlo hablar solo así que dio una mirada al igual que el otro. -Ah de nuevo ese chico, Myungsoo se que te dijeron que seas su ángel guardián pero no le va a pasar nada por dios, siempre te la pasas observándolo.
- ¿Y tu SungYeol? - Levantó su mirada al castaño. - Se que tienes muchos deberes, el mio es solo este y ni siquiera sabes lo que vive este chico-.
-Ese es el problema, la mayoría de ángeles guardianes solo observan al humano que les tocó cuando enserio necesitan una guía pero en tu caso es todos los días, a cada hora, no quiero que te pase lo mismo que a Woohyun...
El cuerpo del azabache se tensó, lo sabía muy bien. La regla número uno era no bajar jamás a la tierra, Woohyun incumplió aquella orden y tuvo que recibir el castigo, sus alas se arrancarían al instante de tocar el suelo y no podría volver al cielo. El amor es ciego y para un ángel el enamorarse es para siempre, ese fue el error de Woohyun, se enamoró de un humano.
~*~
Tras un largo día de escuela debía volver a casa lo cual le aterraba porque a esa hora ya debería estar su padre en casa, intentó no pensar más en eso y fue con calma. De las tantas reglas que existían en esa familia era el volver justo cuando terminaran las clases para seguir estudiando, pero no era del todo cierto.
Abrió la puerta temeroso para encontrarse efectivamente con su padre, el señor Lee era un poco más alto que su hijo y sobre todo más esbelto. Sus ojos se fijaron en su hijo con facilidad, levantandose del sillón en que se encontraba. -Tardaste mucho hijo-. Dijo molesto, acorralando al chico en la pared, sus manos comenzaron a acariciar los delgados brazos de SungJong, este intentó decir algo pero sus palabras fueron calladas por un gemido, debido a que la diestra de su padre comenzó a masajear su parte intima por sobre la ropa.
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Please stay [MyungJong]
Teen FictionDicen que las cosas pasan por algo, somos la mitad de otra alma y en algún momento ambas serán unidas. Lee SungJong un chico de solo 17 años, vive en un pequeño pueblo donde todos saben sobre todos y el no es la excepción. Aun intentando mantenerse...