You Hate It, But You Love It (GTOP)

#04

Al levantarse el siguiente día descubrió que era una nueva persona frente al espejo.

Sus labios tenían un ligero color morado con sangre seca, y el ojo izquierdo hundido en un círculo negro.

Después se giró un poco para observarse la espalda que le dolía horrores; tenía hematomas por todos lados y un enorme rasguño que le recorría los hombros.

Quiso reírse de sí mismo pero las costillas le dolían al hacerlo, por lo que se soltó a llorar en su lugar.

El dolor que provocaba su llanto no provenía de todos los golpes que tenía en su cuerpo, provenía de su pecho. Provenía del corazón.

Dolía como si estuviera a punto de tener un ataque cardíaco e incluso llegó a asustarse, pero los recuerdos de la noche anterior llegaron agolpados a su mente dejándolo desorientado.

"—¿Entonces es cierto que te diviertes besando a un hombre, eh?"

...

"¿Por qué lloras?... Eres un macho, ¿no es así?... Tú mismo lo dijiste, dijiste, que no eras un jodido homosexual. ¡Entonces no llores, maricón!"

...

"Si tú mismo dijiste que no querías nada conmigo, ¿por qué vienes otra vez? ¿Por qué, maldita sea? ¡Te odio tanto! ¡Aléjate de mí! ¡Quiero que te alejes de mí, desaparece! ¡Aléjate, carajo!"

...

"—¿Matarte?... No, no podría hacerlo. Mi estúpido corazón te ama tanto que no sería capaz de eso."

Seung Hyun lo único que quería era estar a lado de él, disfrutar de su presencia, compartir toda su felicidad con él, apreciarlo por lo que era... Seung Hyun lo único que quería era amarlo.

Amarlo plenamente, sin tapujos ni objeciones, simplemente amarlo.

Y eso era justo el problema de Ji Yong; el amor.

El amor, una simple palabra pero miles de significados inexplicables.

El amor, un ente abstracto que Ji Yong no lograba reconocer porque no creía en él.

El amor, la cosa más anhelada para Ji Yong, pero al mismo tiempo, la cosa más aterradora y siniestra que pudiera existir.

A lo largo de la vida del menor, las personas que decían amarlo nunca se quedaban por mucho tiempo. Ese amor que le juraban se desvanecía entre las sombras cual crepúsculo ante la noche, y al final lo dejaban derrumbado, hecho un revoltijo de frustraciones y heridas.

Si dejaba que Seung Hyun lo amase estaba seguro que él iba a caer rendido ante sus brazos, y por lo mismo sabía que Seung Hyun lo abandonaría en cualquier momento, como todas las personas anteriores que intentaron amarlo. Porque Ji Yong era una persona difícil de amar.

Sí, podía gustarte, incluso podías quererlo tanto hasta sentir tu corazón galopando al ritmo de miles de caballos en trote, pero amarlo... Amarlo era casi imposible.

Amar a Ji Yong era salir herido. Porque Ji Yong tenía espinas en el corazón, y amar a una persona así significaba salir completamente espinado.

Pero había algo que aterrorizaba más a Ji Yong que ser amado... Que Seung Hyun lo dejara de amar.

Un escalofrío le recorrió la espina dorsal al pensar en ello, y sintió como las piernas le flaqueaban.

Si Seung Hyun lo dejara de amar... estaría perdido.