Capítulo 9

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Capítulo 9

Entramos en un local casi oscuro, cortinas violetas oscuras, había poca luz, muñecos raros y el lugar te daba miedo. Llegamos hacia el escritorio, dónde seguro nos atenderían. Tosí y no se escuchó ningún ruido. Aplaudimos con mi amiga fuerte, y una señora morena con unos anteojos y su vestido largo y medio raro.

-Lea Williams y Elizabeth Castillo que sorpresa- Dijo la señora apareciendo y quedándose enfrente de nosotras.

-Señora Black- Le contestó mi amiga y yo miraba a la señora.

-Las mejores amigas y hermanas por siempre han venido a mi hogar- Dijo ella sonriéndonos, mientras que le regalamos unas sonrisas fingida.- Sé que es lo que quieren- Nos dijo mientras miraba sus manos- Pero será complicado para que lo tengan- Dijo mirándonos.

-Haremos lo que sea Señora Black- Le contesté- Pero por favor queremos algo para que dejemos de convertirnos en lobas en la Luna Llena- Le dije y estaba desesperada.

-Les haré ese favor- Dijo mirándome- Pero ustedes me harán un favor, chicas. Sí o sí- Nos dijo con una sonrisa esplendida. Yo sólo bajé y miraba mis pies.

-Acepto el trato- Dijo mi amiga, y me dio un leve golpe en mi brazo y miré a la pelirroja.

-También yo- Les dije a las dos. La señora asintió con una sonrisa y nos contó el favor que le teníamos que hacer.

-¿Es necesario hacerlo hoy?- Preguntó la pelirroja quejándose.

-Sí- Dijo la morena- Sí quieren tener anillos mágicos para no convertirse en licántropos, lo tendrán que hacer- Nos dijo y asentimos.- Quiero que lo traigan antes que oscurezca- Nos dijo a lo último, antes de que nosotras salgamos del negocio.

-Tendremos que ir al cementerio, a una jardinería y una mansión- Leí la nota que nos dio la señora Black. Subimos a la mota y mi amiga fuimos directo al cementerio. El viento fresco chocaba contra mi cara mientras que mis dientes temblaban de frío. Caminamos y caminamos, hasta que encontramos la tumba de "Dorothea Black".

-¿Has traído la pala?- Me preguntó mi amiga y asentí. Empezamos a escavar la tumba, hasta que vimos el cajón blanco. Mi amiga me ayudó abrir la tumba con la pala, hasta que lo logramos.- Que vieja es- Dijo mi amiga mirando el cuerpo.

-Tiene más de cien años Elizabeth- Le contesté seria y ella se rió. Agarré los anillos y las pulseras, era lo que nos pidió la bruja. Cerramos el cajón y tiramos la tierra y la nieve para taparlo. Subimos a la mota y guardé los accesorios en mi bolso. En unos minutos llegamos a la jardinería y entramos sin permiso de nadie.

-¿Qué es lo que necesitan?- Nos preguntó una joven muy amable.

-Esto- Le entregué un papel con las semillas y flores que necesitábamos, ella asintió y luego de unos veinte minutos nos dio una bolsa con las cosas. Nos dijo cuanto nos salía y se lo pagué. Subimos de nuevo en la moto, y vamos hasta el último lugar.

-Que mansión- Dijo mi amiga sorprendida viendo la enorme casa que estaba delante de nosotras.

-Sí- Dije con una sonrisa. Toqué el timbre y nos habló una señora que era que lo buscábamos- Queríamos hablar con el señor Walker- Le contesté y abrieron las rejas, nosotras pasamos y tocamos timbre a la puerta. Una ancianita, seguro seria la ama de llaves, ya por su vestimenta nos dimos cuenta.

-Pasen señoritas- Nos dijo con una sonrisa y nosotras le hicimos caso.- El señor Walker las espera en su escritorio, ahora las llevo- Nos contestó y Elizabeth asintió. Nos llevó hacia una habitación, pero el ama de llaves, entró y le avisó que lo estábamos esperándolo- Entren jovencitas- Nos dijo y nosotras entramos.

La Loba Y El CazadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora