Mundos Paralelos. [Rubius y Tú]

Capítulo final.

Narra ____.

Esto es molesto, me consumes.  ¿Cuándo saldrás de mi mente?  ¿Cuándo entenderé que ya no hay nada que arreglar? ¿Cuándo comprenderé que tú nunca aceptaras mi decisión ni yo tu humor? ¿Cuándo pasara eso?  

{Hace días atrás} 

Ruben y yo, estábamos peleando como siempre, ya no era algo nuevo. 

—Cierra la boca y vete. Ya no soporto más.

—¿De qué estás hablando?

—¡Qué te largues!, ¡¿No escuchaste?!-Exclamo mirándome con sus ojos color hazel.- 

—Esta bien, Ruben. Si así lo quieres, esta bien.-Dije con la voz entrecortada. 

—¿Algo que decir antes de que esto se acabe? 

—Adiós. 

—No actúes como si no hubiera pasado nada...  

—¿Y por qué debería actuar cómo si algo hubiera pasado? Entiéndelo, tú ya formas parte de mi pasado.  

Y salí de ahí, con lágrimas en los ojos. 

{Presente} 

Dicen que cuando nos obligan a decir la verdad, esa persona se lleva una parte de nosotros, pero sí nosotros voluntariamente decimos la verdad, nos sentimos libres, ligeros.
¿Por qué ocultar? ¿Por qué mentir? Si le quieres, ¿Por qué ocultarlo?  

 Todo está listo, perfecto.
Comencé a ver todo borroso, mi cabeza sostenida en la pared. Me sentía satisfecha de lo que estaba pasando, poco a poco me sentía más débil, más vulnerable.
Por mi mente pasaban millones de recuerdos; personas, palabras, insultos, caricias...
Estaba lista para decir adiós, pero no.
Llegaron por la puerta unas personas de blanco, que me recogieron poco a poco del suelo; al salir, al otro lado del cuarto, podía ver a mi madre llorar. Y yo, en los brazos de uno de los enfermeros, la mire, le dije cuanto la quiero y cerré los ojos.  

Narra la narradora. 

El chico entro y se paseo por cada lápida deseando que la de ella no aparezca jamás. Ah lo lejos vio su tumba, algo en su pecho se removió y trago fuertemente. Camino y se acerco a ella, acaricio su nombre. 

 —Hola, amor. 

"____ Doblas, 1994-2015.
Siempre en nuestros corazones." 

Poso el hermoso ramo de rosas rojas sobre la lápida y la rodeo.

Apoyo su espalda en ella y se sentó, tomo un cigarrillo de su chaqueta y lo encendió, mirando al cielo. 

—Te extraño, ¿sabes?—Soltó el humo y río amargadamente—Estabas loca, pero yo te amaba.—Sus ojos comenzaron a ponerse llorosos y sabía que se iba a derrumbar, pero el aguantaba.—¿Recuerdas cuando nos conocimos?—El chico sonrió melancólico—Desde ese momento supe que tenías que estar en mis brazos. 

Tomo su teléfono y marco a su número. 

"—Hola soy ____, en...

—¡Y yo Ruben!, la linda chica dueña de este teléfono no puede responder ahora, llama mas tarde. 

—¡Ruben!—La risa de su novia se escuchaba a través de la bocina. 

—Te amoooooo."  

Ruben se levanto de la tumba, se paro frente a ella, con lágrimas corriendo por sus mejillas. 

—¡Te odio por haberme dejado así! ¡No sabes como duele no poder sentir tu calor cuando me abrazabas! ¡No sabes lo que duele no poder ponerte el maldito anillo en el dedo y decir "Acepto".—Él se desplomo de rodillas en el suelo.—No sabes lo que duele no poder escuchar decirme que me amas una vez más. 

Se levanto lentamente de allí y admiro por última vez la tumba.

—Siempre te amaré, ___.—Y se fue de ahí. 

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01 de enero del 2016, último día en el que Rubén vivió. Se había suicidado dejando una nota. En este decía: "Ahora podré escuchar su risa en el mas allá."