Capítulo cincuenta y seis; capítulo narrado.

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"Nuestro amor es algo diferente, solía salvarlo pero ahora solo nos rompe"

Ambos sabían que tenían que terminar. Sin duda el amor que alguna vez compartieron se había ido. Ahora todo lo que podían hacer era discutir sobre ideas y cosas irrelevantes, como no lavar un plato o exprimir la pasta con los diente haciendo sonidos molestos.

Se estaban lastimando entre ellos, llegaron al punto en que para ser feliz, trataban de evitarse tanto como sea posible. Él se levantaba temprano y salía con sus amigos, antes de que ella se despertara. Llegaba a casa después de que ella ya estaba durmiendo con lágrimas en el rostro como todas las noches.

A pesar de la miseria, ninguno de los dos tenía el valor suficiente para terminar la relación. ¿Cómo podrían? 4 años de felicidad no significarían nada si lo terminaran así de fácil. Todos los textos por las noches cuando él estaba de viaje, todas las fechas lindas en las que insistió pagar, todos los planes que hicieron para estar juntos siempre, todo sería un desperdicio.

Las cosas de Rubén parecieron desaparecer lentamente del apartamento que los dos compartían. Venía al departamento más tarde de lo habitual, le hablaba menos y no la había tocado, ni sostenía su mano en mucho tiempo, Incluso haba olvidado la última vez que la había visto sonreír. Su relación era una catástrofe.

Una noche todo cambio.

Había puesto vino casero en el estudio, el tiempo paso llegando las 11:00, ella hizo su camino hacia arriba, entro en el cuarto de baño, cepillo sus dientes antes de retirar el maquillaje y mirándose en el espejo, noto las bolsas que había bajo sus ojos, su rostro parecía más delgado por la falta de alimentos, su pelo estaba agotado y arruinado por la falta de atención, y su sonrisa no se veía. Para ser honesta, no había salido en unos par de meses.

Su expresión le disgusto y se enfadó en muchos sentidos que no sabía que fueran posibles. ¿Cómo se había vuelto tan miserable? ¿Cómo es que su relación se había convertido en esto? ¿Por qué siquiera ella estaba viva?

Su furia hizo que ella golpeara el espejo, rompiéndolo en cientos de pequeñas piezas, y corto sus nudillos al hacerlo. La sangre vertía a través de los cortes, pero ella no reaccionaba.

Gritaba y lloraba, finalmente perdiendo todo el dolor que sintió, estaba segura de que no estaría bien otra vez.

Agarro la parte más cercana de vidrio y con la mano hizo una cortada horizontalmente a lo largo de sus brazos. En cuanto más se cortaba se sentía mejor. Ella merecía esto, merece ser miserable después de lo que le había hecho a Ruben.

Él era tan feliz, lleno de vida, y ahora, gracias a ella había un hombre deprimido que no podía ni siquiera mirarla a los ojos.

Era un monstruo y los monstruos merecían ser heridos.

En algún momento durante la noche, después de muchos cortes en el brazo, cayó de su cansancio y caminó a su cuarto deseando nada más que dormir.

Lo que vio no le sorprendió.

Todas las cajoneras están vacías de la ropa de Ruben. Todas sus cosas se habían ido. Todo lo que quedaba, que no sean sus propios artículos, fue una sola carta en su almohada. Una hoja normal con cosas garabateadas, era la letra de Ruben.

"Querida ___:

Supongo que esto iba a ocurrir tarde o temprano. No sé por qué hemos aguantado esto por mucho tiempo, ambos sabemos que nosotros ya no somos felices juntos. Los últimos 4 años han sido realmente sorprendentes, pero lamentablemente esto tiene que terminar. Sé que escribir una carta y no mirarte en persona es algo patético pero sé que no podría decirte esto diciéndotelo en persona.

Mundos Paralelos. [Rubius y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora