Capítulo 18.

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Íbamos de regreso a mi casa. Zack no había traído su auto,por lo que se ofreció a acompañarme caminando. No me negué, habíamos tenido una tarde hermosa , jodidamente hermosa. Nunca me había sentido tan amada. A excepción de mi madre, y bueno... Kat.

Íbamos tomados de la mano,lo miré y me observaba con esos ojos grises. Llenos de ternura, lo amaba. Mataría por el. Incluso a ese ciervo que no quería matar hace un rato.

-Eres tan hermosa Alice.- Paró un momento y me acarició la mejilla.

-Tu no te quedas atrás.- Bromeé y sonrió triste.

-Mira Alice, debo decirte algo.- Me dijo triste.

-¿Qué pasa?- Temí preguntar.

-Sabes que te amo no?- asentí dándole pie a que continúe.- Bien, necesito que sepas.. Que eres el amor de mi vida, no habría otra mujer en el mundo que me haga tan feliz como tu lo haces. A pesar de que en esta vida tu me conozcas sólo un poco. Ya lo he dicho miles de veces. Pero volvería a caer por ti , e incluso moriría por ti mil veces mas. Con tal de verte reír.
Sé fuerte. Siempre, no dejes que nadie te ponga una mano encima, tu vales mas que eso. Sé feliz. - me tomó de los costados fe mi cara y depositó un corto beso en mi frente.

Todo aquello me sonó a despedida, pero no sabía porqué. ¿Acaso se iba a algún lado?.

-Zack. Yo también te amo, y agradezco lo que hiciste por mi. Pero porqué dices todo esto?- al parecer mi pregunta le incomodó.

-Pues..- Titubeó.- Porque quería que lo sepas solamente princesa. No lo olvides jamás. Recuerdame, ¿Si?- Me sonrió asintiendo.

-Nunca te olvidaré Zack.. Pero aun no comprendo a que se debe todo esto.- lo miré fijo.

Se dispuso a hablar y un hombre apareció frente a nosotros, un hombre que me heló la sangre.
Era realmente majestuoso. Daba miedo solo de mirarlo.
Vestía un esmoquin negro, con unos lujosos zapatos que brillaban. Pero lo que más me llamó la atención fue sus ojos. Eran un color amarillento como el de los gatos, parecía que se burlaban de uno sin siquiera estar riéndose. Lo observé y tenia inumerables cicatrices en su rostro y cuello, y estaba segura que tendría aun más si el esmoquin dejara ver un poco más su piel.
De repente, sonrió, por alguna razón.. Su sonrisa me hizo sentir intimidada y pequeña.
Acto seguido, juntó sus manos.

-Pero que tenemos por aquí.- Dijo acercándose. Y sentí cómo Zack se tensaba.- Alice, estas hecha toda una mujer.- Me observó orgulloso.

-No te conozco. No se quien eres- Manifesté tomando el brazo de Zack fuertemente. Ese hombre daba miedo, hacia un frío de locos y yo sudaba de los nervios.

Una carcajada proveniente de aquel señor me sacó de mis pensamientos.

-Si. Si me conoces hermosa fama, pero dejame presentarme nuevamente.- Me tendió su mano.- Un gusto, soy Lucifer.- Me miró entrecerrando sus ojos amarillentos.

Tomé su mano provocando un aquejo por parte de Zack.
Al hacerlo sentí un entumecimiento en mi mano que me hizo sacarla rápidamente.

-¿Lucifer?- pregunté nuevamente , no comprendía.

-Vaya. Que poca cultura general tienen los adolescentes hoy en día.- Se enojó. -Querida Alice.. Eres una de mi súbdita. Eres de mi bando, yo soy tu progenitor.
Y si aun no lo entiendes. Soy satanás. - Su sonrisa se esfumó. Mirándome con unos ojos perturbados.

Temblé. No entendía porque Zack aun no emitía palabra alguna.

-Bueno, veo que a tu novio le han comido la lengua los ratones.- fruncio el seño- Bien. Seré breve.. Uno de ustedes debe entregarme su vida. Necesito sólo una para emprender mi ejército en el inframundo.- Se cruzó de brazos.

-Llevame ami.- Dije sin pensarlo. No dejaría que Zack dejara su vida por mi nuevamente, yo ya no tenía nada que perder.

-Bien, pensé que sería más difícil.- Se acercó ami y me tomó del cuello.

-No.- Escuché gritar a Zack.- No, a ella dejala. Soy yo quien debe ir y lo sabes.- Sus fosas nasales se abrieron y su mandíbula se apretó.

-Lo lamento niño. No doy segundas oportunidades. No me hagan esperar.- Y apretó su agarre en mi cuello.

-He dicho que la dejes.- Le tomó el brazo a Lucifer.

El lo fulminó con los ojos haciéndose que se retuersa de dolor.

-Basta!- Grité. Tomando del brazo al imponente hombre. Quien se giró directamente hacia mi.

Me empujó haciendo que mi cabeza choque contra el cemento de la acera.

Zack se recompuso y lo tomo de atrás. Pero Lucifer fue más rápido y con un ágil movimiento enterró una daga en el corazón de Zack.. Quien caia al suelo.

Con sus ojos abiertos observándome.. Yacía sin vida.

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