SKYWARS

La Ascension (parte 1)

La fruta esta seca, las lluvias no fueron tan satisfactorias este año. No tenemos nada de comer, no podremos exportar nuestros productos a Suburbia ni a los demas Nexos.
Solo falta una semana para la ascension a los Skywars. Me pregunto a quien escogeran de nuestro Nexo.
-Lerroy, me voy a casa. ¿Te quedaras aqui?- me pregunto mi padre, un hombre muy viejo y desgastado por el pasar del tiempo.
-No, ya voy.- Axpesar de que existan esos malditos eventos, de nada sirve traer la gloria a este Nexo, eso no nos dara nada de comer.
Guarde las pocas frutas que habia conseguido, no eran mas que 8 manzanas, 5 naranjas y algunos garbanzos que pude conseguir. Era una miseria.
Llegue a casa y me cambie para irme a la ciudad a vender lo poco que teniamos.
-Tenemos manzanas, naranjas y garbanzos.- grite tratando de atraer personas, pero me ignoraban.
-¿Que paso Lerroy?¿No hubo muchas cosechas este año?.- me dijo Isaac, estudiabamos juntos en la misma escuela pero a el le fue mejor y ahora tiene un trabajo estable.
-Peor que eso, no tenemos que comer-le dije penosamente mi triste realidad.
-Ten-dijo entregandome un fajo de billetes-Aprovecha lo poco que queda en esta misera ciudad.
-De verdad, muchas gracias pero no puedo aceptarlo, no seria justo para mi recibir 50 dolares...
-No es de mucha importancia, lo necesitas mas que yo. Bueno se me hace tarde, nos vemos luego.
Nos dimos la mano, y se fue. Ahora tenia 50 dolares, 8 manzanas y 5 naranjas. Pero se quien lo necesita mas.
Recuerdo muchas cosas de la escuela, Isaac era un chico muy inteligente, con las mejores calificaciones, igual que yo. Solo que el tenia una posicion mucho mas adecuada para conseguir una buena carrera. Pero eso no importa ahora. Cada 15 meses escogen dos chicos de cada Nexo, asi que esos podriamos ser el o yo, o cualquier persona inocente.
Su casa no era mas que una cazucha, las paredes estaban descuidadadas, el techo no cubria gran parte de la casa.
Toque la puerta, pero al parecer estaba abierta. Espere un momento y luego ingrese. Por dentro no parecia tan malo que por fuera.
-Ginna, traje algo para ti.- mayormente ella viene corriendo hacia mi, pero hoy es diferente, hoy no hubo respuesta.
-¡Ginna!...
-Aqui estoy-me dijo, trayendo consigo un conejo en una mano y en la otra, el cuchillo ensangrentado.
-Ah veo que te adelantaste y no pudiste esperar a que venga para ur juntos a cazar.
-Bueno pero ya estas aqui, viniste temprano ¿Porque?- puso el conejo en la mesa y el cuchillo en el lavabo.
-No me fue tan bien este año. Solo tengo esto... - le mostre mis miseras cosechas.- Y... tambien tengo esto.-sacando el fajo de dinero de mi bolsillo.- Ten, esto es para ti.
Se quedo fria, parecia una estatua. No sabia lo que pasaba por su cabeza.
-¡¿Todo esto?!-se quedo mirandome con una cara entre confundida y sorprendida.
-Si, tambien te puedes quedar con las frutas y los garbanzos. No los necesito...- senti sus manos suaves en mi rostro, cada vez mas acercandose hacia mi. Solo me limite a cerrar los ojos y sentir sus delicado labios sobre los mios. Fue una sensacion especial, una sensacion que no olvidaria jamas en mi vida. Es hermosa, nose como la vida le pudo ser tan desgraciada. Vivir sola en el bosque, alimentandose de lo que ella y yo cazamos, siempre que yo la visitaba. La he visto llorar muchas veces, por su prima Isabelle, por su madre y su padre, por la desgracia que debe afrontar, por muchas cosas.
-¿Me amas?- le pregunte acariciandole el cabello.
-Eres buen chico, Lerroy, pero aun no estoy lista para controlar una relacion.- me dijo besandome de nuevo. Haciendome dudar mas.
-Esta bien, solo quiero que sepas que yo si te amo y te cuidare sin importar que- la mire fijamente a los ojos.
-Todo ha cambiado, Lerroy, se cuidarme sola. Soy buena con los cuchillos y arcos, se manejarmelas sola.
-Es eso lo que me preocupa, te estas poniendo muy fuerte y a la vez mas hermosa.
-Jajaja, ya callate-dijo, dandome una palmada en el brazo.
-Bueno, solo vine para darte el dinero y las cosechas del dia. Ya me tengo que ir.
-Lerroy...-dijo, cerrandome la puerta frente a mi. ¿No tienes miedo?
-¿De que se supone que debo tener miedo?
-Enserio ¿No le tienes miedo al evento?-me agarro la mano. Estaba temblando.
-Son mas de 5000 personas en la ciudad. No creo que...
-¿Y que pasa si nos escojen?¿Crees que sobreviviremos?, he oido que los del norte son peligrosos.-me dijo asustada.
-Siempre que estemos juntos, estaremos bien. Tienes destreza, coraje y agallas para ser una linda chica. No te preocupes por lo que venga mañana, solo asegurate de hacer las cosas bien hoy.
-Espero que tengas razon.-me dijo un poco mas aliviada.
-Bien, ahora si tengo que irme. Mi padre me esta esperando para cenar.
Me sujeto de la camisa nuevamente con mas fuerza, dandome un ultimo beso de despedida.
-Adios y cuidate.-me dijo soltandose de mi camisa.
-Lo hare.-sali de la pequeña casa. Estaba de noche, el bosque parecia un gran laberinto, pero sabia el camino de llegada.
Las luces de la ciudad brillaban con demasiada fuerza. Eso indicaban los previos preparativos para la Ascension.
¿De que celebraban?¿Acaso no se dan cuenta que es un asesinato y una locura lo que se hacen en los eventos?
Apesar de ganar y traernos la gloria, el ganador jamas vuelve.
En la historia de este Nexo, solo tuvimos 6 ganadores. En el norte, 36 ganadores. En el sur, 34 ganadores y en el oeste, solo 20.
Hace 3 años, un participante no aguanto la presion del caso y no dudó en apuñalarse con su misma cuchilla y cayendo hacia el vacio. Las naves del ayuntamiento jamas encontraron su cadaver.
La oscuridad es inmensa, no podia ver mis propias manos. Es un poco terrorifico, pero si se el camino de vuelta a casa, si importar que este a ciegas.
Toque la puerta fuertemente, no habia respuesta. Talvez mi padre habra ido a comprar la cena, o sino a vender las cosechas. No tenia la llave de la casa, pues me la habian robado cerca de la ciudad cuando estaba recogiendo las compras, desde entonces vivo escondido, tratando de ocultarme de la gente, con el miedo de que me sigan y pongan en peligro la vida de mi padre.
-¡Papá!- mi cuerpo empezaba a temblar, sentia miedo, era una sensacion que jamas habia sentido.
Escuche un grito, venia del bosque. Lo reconoci al instante. Era de mi padre.
Corri hacia el enorme bosque, guiandome solo del sonido de su voz.
-¡AYUDA!-gritaba desesperadamente, mi padre, junto a unos rugidos estrepitosos que no podia adivinar que eran.
-¿¡DONDE ESTAS!?-corri cuesta abajo, tropezandome con algunas raices. Me hize algunas heridas mientras caia, solo eran cortes leves.
Al fin lo encontre, rodeado de lobos hambrientos, capaces de arrancarte una pierna si ellos quisieran. Lamentablemente era muy tarde, su cara desfigurada emanaba sangre sin parar, los brazos rasgados. Apenas podia hablar.
Cogi mi pequeña navaja, y desenfrenadamente corri hacia los lobos, aunque sabia que eran muchos. Solo logre apuñalarle a uno. Pero con el aullido de dolor, los demas salieron hullendo del lugar.
Cuando todos los lobos se fueron, pude ver mejor a mi padre. No podía creer lo que mis ojos estaban viendo, pero si, el hombre al que consideraba el más fuerte de los demás, yacía en el suelo como un trapo sucio.
Lloré desconsoladamente, nada podía parar mi llanto. Había muerto, ya no podía hacer nada, era el único ser querido que me quedaba y ahora no está.
Como pude, arrastre el cuerpo moribundo de mi padre hacia la casa.
De mi boca no salía ni una sola palabra, no quería mostrarme débil. Se que el no soportaría verme así, probablemente me daría un par de bofetadas para que me calmase. Ahora estoy solo en un mundo lleno de maldades, lleno de injusticias. Aun no comprendo como pudieron llegar los lobos hacia el. Alguien debió haberlo traído hasta el bosque, pero ¿quien?
Ya faltaba poco para llegar a casa, tenia el cuerpo de mi padre en mis hombros. No pesaba tanto como lo esperaba o quizás los lobos lo despedazaron tanto que le quitaron algo de carne.
En mis oídos sigo escuchando la voz de mi padre pidiendo ayuda. ¡AYUDA!
Mi padre era lo bastante inteligente como para adentrarse sólo en el bosque y ,peor aun, en territorio inexplorado. Necesito saber lo que ha pasado.