Te Daría El Mundo, Si Pudiera.

Chico Espacial

Brian
14 años

Estaba aún en el coche.
Mi madre conducía, y yo en la parte del copiloto, mientras miraba el inmenso bosque desde la ventana, era reconfortante. Mi madre me decía que esta era una nueva oportunidad para mí, de hacer nueva vida, bueno, pero aún tenía que ir al internado, solo iba a estar acá hasta que las vacaciones de invierno acaben, pero la verdad no aguantaba las ganas de salir corriendo al bosque de Lost Cove.

Habíamos llegado, antes que el camión de mudanzas, mi madre estaciono el coche en el garaje, busque mi estuche de aerolitos, pero aún seguía en el camión de mudanzas, solo pude encontrar mi telescopio. Empecé a recorrer la casa, era bonita y amplia, al igual que mi habitación.

Me recosté en el suelo, anduve observando el techo, cuando vi desde la ventana, a unas cuantas casas de aquí, a un chico en su tejado, parecía usar una especie de telescopio, mientras observaba mi casa, o más bien.

Camine con rumbo a la escalera, hasta llegar al ático, me las ingenie hasta llegar al tejado, por suerte llevaba mi sombrero de la suerte, ya que había un sol abrasador, me percaté de que había notado mi presencia, saque mi telescopio para verlo de cerca, entonces nuestras miradas chocaron, por así decirlo, así que le regale una sonrisa, claro a modo de saludo, aunque esa no era mi intensión. Revise en mi bolsillo, y ahí estaba, mi piedra de la suerte, echo el brazo hacia atrás y lo lanzo, sorprendentemente la atrapo.

― ¡Buenos Reflejos! ― Grité, debido a la distancia.

Dirijo mi telescopio al cielo, porque ya no resisto el impulso de seguir mirándolo. Así que tome atención a la luna, que podía verse aun de día.

Lo veo salir de su casa a toda prisa, con dirección al bosque. Decido seguirlo. Me interno en el bosque, tratando de seguirlo, pero me detuve a observar una roca muy rara, así que le perdí de vista.

Como no estaba muy lejos de casa, regrese. Agarre mi lupa y una maleta vacía. De nuevo en el bosque, empecé a inspeccionar, roca por roca. La maleta se iba llenando cada vez que me acercaba al rastro del chico.

Entonces lo había encontrado, estaba mirando por una ventana, que según era de algún instituto, pero alguien más aparece. Un sujeto, digamos algo joven, en una bata azul que se sienta en el suelo, mientras bebe algo de una bolsa de papel, Intercambian algunas palabras y luego se retira.

Entonces oigo algunas palabras: Soy un maldito desastre, con un ligero acento inglés, lo repetía una y otra vez, me provocaba risa cómo lo decía, hasta que retomo su posición y siguió dibujando.

Me recosté en un árbol, deje la maleta abierta a mi costado. Pasando un rato, apareció aquel sujeto, supongo que el habla con un acento inglés, por la forma de burla en que lo repetía. Apareció con un caballete junto a un escabel, el sujeto inglés, por así llamarlo, se echaba unos tragos y se fuma un cigarrillo, comparten algunas palabras, que me moría por escuchar.

Lo veo alejarse, el chico artista pisoteaba unas hojas secas. Volvió a su posición de espionaje, solo le tomo como 5 minutos, escondió el caballete y el escabel en unos arbustos y empezó a caminar hacia el bosque, para mi suerte, en mi dirección.

Empiezo a mover mi sombrero con la mano, entonces aparece frente a mí, se queda inmóvil por un momento, parpadeando varias veces mientras me miraba, se veía algo mono haciendo eso.

― ¿Qué tal la clase? ―Pregunto.

Se quedó en la misma posición, entonces empecé a analizarlo para ver si me daba alguna pista de su respuesta, hasta que me doy cuenta.

― Si, tío, te he seguido. Quería echar un vistazo al bosque, pero me he distraído con mis cosas ― Señalo la maleta abierta llena de piedras ―. Mi estuche de aerolitos sigue empaquetado.