Chico Espacial 3

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Era de noche, el cielo estaba despejado y las estrellas eran muy notorias. Era perfecto, asi podria usar mi telescopio. Subi al tejado, con mucha facilidad, entonces mire la casa de Noah, y se me ocurrio una idea. Baje rapidamente con rumbo a su casa.

Si no me fallaba la memoria me dijo que su cuarto era con ventana a la calle de facil acceso, que me habia mencionado una docena de veces. agarre una piedra diminuta, y la lanze a su ventana. No llevaba mi sombrero de la suerte y tenia todo el cabello en punta, creo que debia arreglarme un poco. En cuenstion de minutos lo veo salir, se veia lindo, con el cabello desordenado y bajo la luz de la luna.

- Eh - me saluda, como si cada noche llamara a su ventana.

- Tienes que subir - le digo -. Enserio. El cielo esta despejado por fin. Y no hay luna. Es un festival intergaláctico.

- Hola, Brian Connelly - me dice, una chica que sale de la ventana de Noah, con un tono alegre y coqueto.

- Hala, no os parecéis en nada - exclamo -. Pensaba que serias idéntica a Noah salvo por....

- ¿Las tetas? - interviene Jude.

Esbozo una sonrisa, no era lo que tenia en mente, pero se escucho gracioso. Aunque por un momento me imagine si Noah fuera mujer.

- Bueno, si, exacto - respondo y me humedecía el labio -. Aunque seguro yo lo habría expresado de otro modo.

No podia creerlo, Noah botando humo.

- ¿Porque no vienes tu también? - le digo a Jude -. Iba a enseñarle a tu hermano la constelacion de Geminis..... Los gemelos, ¿Sabes?, asi que, mas apropiado, imposible.

- No puede. Tiene que ir a empanosasinde para talquemesinar...

Al parecer, estaba inventando sonidos, soltando silabas al azar, cuando me tope con el significado de esas frases. Salta por la ventana, aterrizando por los pelos de pie y no de cabeza sobre mi. Pero me hubiese gustado atraparlo, se recompuso, apartando el pelo de la sudorosa frente, se da media vuelta empujando a su hermana para cerrar la ventana.

- Jo, Noah. Ya he captado la indirecta. Encantada de conocerte - consiguió decir antes de que cierre la ventana de golpe.

- Lo mismo digo - conteste, dando unos golpecitos en el cristal con los nudillos. Ella responde con otros dos toques seguros y cómplices, idénticos a la sonrisa segura que exhibe en su rostro.

Noah y yo enfilamos por la carretera en silencio. Esto se parece a aquella vez que pasamos caminando por el bosque. Así que decido hacer un parco comentario sobre lo que acaba de pasar.

- Tío - digo -. Se te ve la olla.

Suspiro y musitó.

- Gracias, Einstein.

Me echo a reír. Como el chorro de una fuente, como el desprendimiento de una montaña.

- Se te va mogollón - corto el aire con un golpe de kárate -. O sea, pensaba que la ibas a partir en dos.

Eso me provoca un alegre ataque de histeria al que uno sin poder evitarlo. Una juerga que se multiplica cuando interviene Profeta con su:

- ¿Dónde demonios está Ralph? ¿Dónde demonios está Ralph?

- Oh, Dios mio. Ese condenado pájaro - me sujete la cabeza con ambas manos -. Tenemos que encontrar a Ralph, tio. Hay que encontrarlo. Es una emergencia nacional.

- ¿El Hacha? - pregunto en un tono burlon

- Ay tio. Que rapido se ha extendido -Levanto el brazo derecho -. Pero nadie se pasa ni pelo con el Hacha.

Te Daría El Mundo, Si Pudiera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora