Ese día le dijeron algo que no pudo sacar de su cabeza en todo el día.
- Tienes maldad, eres mala -
Es difícil escuchar eso de la persona a la que menos daño quería hacerle, y mas aun cuando en el fondo, por mas que lo negara sabia que era verdad.
- Ya no se en que te estas convirtiendo -
Ella era la menos lo sabia y la que más quería averiguarlo. Quería pararlo, saber porque lo hacia.
Ese día lloro, diciendo que no quería ser mala, tantas veces le repetían que hacia las cosas con maldad, y no lo entendía, no había matado a nadie ni cometido ningún crimen, pero, aveces decía cosas que sabia que podían herir, y las largaba, cuando el dolor ya había sido causado se arrepentía, y prometía que no lo volvería a hacer. No quería lastimar a nadie, quería poder guardarse sus comentarios, sus sarcasmos.
No quería convertirse en alguien mas, quería ser ella, y no aceptaba a la maldad, no quería que eso formara parte de ella.
