Capitulo 1

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Nada como comenzar de nuevo, insti nuevo, amigos nuevos, en fin todo nuevo.Realmente odiaba y odio los cambios; creo que es mejor comenzar desde ya con la sinceridad, me presento, soy Karla una chica que le cuesta mucho hablar de si misma, tímida no pero tampoco tan abierta como cualquiera, ama leer y le atraen los misterios, nunca está pendiente de los chicos y es de notas altas, se podría decir que la hija perfecta, aunque sí al final del día no lavo los platos soy un monstruo. Ja, gracioso no?!

En el primer instante que entre a ese colegio me sentí cómoda y rara, loca sensación para como soy yo... Pero bueno, eso me imagino que era un buen comienzo para la nueva etapa, que supuestamente dicen que era la mejor.
En el instante que sonó el timbre ese 22 de septiembre, nos separaron en dos grupos, eso me asustó, pero lo que más me asustó era que la única persona que conocía pues no estaba conmigo, casualmente le tocó en el otro y eso que cuando nos inscribimos nuestras madres pidieron que por favor hicieran lo posible para estar en el mismo salón, cosa que no fue así. Un empate, ya va una cosa buena y otra mala que contaba por mil, uff que genial...
Entramos al lugar en el cual íbamos a recibir las clases normalmente, ya que biología e informática era en otros salones. Me senté en medio, ya que no quería parecer de las nerds o de los chistosos que ganan problemas, tan rápido como Flash.

Ese día nos trataron como niños inmaduros, al parecer porque lo eran todos menos yo, aunque unos ojos verdes me lo pusieron en duda. Al lado de él estaba otro también de ojos verdes que me parecía estupido e insoportable, decía amar los carros y ser beisbolista, tenía un buen físico pero con pinta de patan, rompe corazones y sin sentimientos.

Sonó la primera campana y creo que salí corriendo porque me lleve a varios por en medio. En ese instante me presenté con una chica, era morena y a lo que empezamos hablar me comentó que era violinista, se llamaba Libia, un nombre bastante raro pero hermoso, ya que no era común en el país.
Comimos y tuvimos tiempo de conocernos ya que el timbre no sonaba como hasta dentro de 20 minutos. Mientras ella me hablaba de donde era que tocaba yo estaba pendiente de las personalidades de mis nuevos compañeros, había de todo, desde tímidas hasta más salidas que una gaveta, en fin lo típico y lo que era común.
A los 10 minutos una chica morena pero más alta que Libia se acerca y se presenta, se llamaba Bárbara. A ella por suerte le tocó con alguna de sus amigas de la primaria pero igual era tan rato para ella como para mí, me llamó la atención su actitud, firmeza y seguridad... Eso me sonaba de alguien pero en el momento no supe quién, era sería pero una tremenda persona. Volvimos a entrar y las horas se nos pasaron volando, cuando nos dimos cuenta ya había sonado el ultimo timbre, el que indicaba la salida. Nos despedimos con mucha timidez y nos fuimos cada quien por su camino.

Pride won usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora