Capitulo 3... Yoonmin...

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Terminé por llevarlo a mi casa y... ¡Diablos, sí! Estaba tan nervioso por haberlo hecho

¡¿Cómo se me pudo ocurrir algo así?!... ¡Maldición, Jimin! ¡Deja de ser tan acomedido! ¿Cuando demonios vas a entender? pensé lleno de frustración.

Seguí caminando en círculos por mi sala. Tal vez sólo debí dejarlo ahí, a mitad de la calle o simplemente debí llamar a la ambulancia, para que se lo llevaran y le dieran los cuidados necesarios.

¡¿A quién engaño?!, si hacía algo como eso, nunca volvería a saber de ese chico y por alguna razón, no quería que eso pasara. ¡Deberías darte un par de golpes contra la pared ahora mismo!

— ¡¿Dónde estoy?!

Su voz me detuvo de inmediato, creo que incluso estuvo a punto de darme un paro cardíaco cuando lo escuché. Se había despertado y sentado rápidamente sobre su lugar, tan crispado como yo.

—En mi casa... —respondí suavemente, no queriendo asustarlo más; porque el hecho, por sí sólo, de que un chico lleve a otro a su apartamento, debe ser difícil de digerir ¿Cómo explicaría eso?

— ¿Tu casa? —enarcó una ceja, incrédulo. Me limité a asentir.

Comenzó a analizar todo su entorno, mirando detenidamente hacia todos lados. Desde el sofá más grande de la sala, era fácil mirar todo mi apartaestudio.

—Te desmayaste... —partí a explicar, pues no quería que me tachara de secuestrador o algo parecido— sobre mí... —su mirada regresó, tan fría, molesta; que por un momento sentí que me asesinaría. Tan escrutadora que me puso los nervios de punta— a mitad... de... de la calle... —balbuceé.

¡Demonios Jimin, no actúes así!

La comisura de sus labios se torció en algo similar a una sonrisa y eso me quitó un poco de tensión.

Intentó levantarse, aunque un pequeño jadeo salió de sus labios, como si algo le doliera, impidiéndoselo. Se apoyó en el respaldo de su lugar muy lentamente, sosteniendo y apretando su abdomen con una mano.

—Así que tú... —habló con dificultad, apartando mi atención de su abdomen para volver a encararlo. Noté entonces que aún no borraba esa sonrisa y ahora parecía más una burla— Un chico desconocido, ¿me tomó en brazos y me arrastró hasta su casa, pudiendo llamar a la policía?

—Estúpido, lo sé —declaré, encogiéndome de hombros. No quería que siguiera hablando, me vería más tonto e incluso en ese momento todavía me arrepentía de haber tomado semejante decisión— pero no sabía qué hacer con un chico inconsiente, en medio de una tormenta, varado a mitad de una calle solitaria... y tú, digamos que no aportabas muchas opciones.

—¿Estupido? —abrió los ojos un poco impresionado, como si ese adjetivo no describiera mi amable acción— ¿Sólo estúpido?... ¿Cómo sabes que no te haré nada malo? ¡Maldición! ¡Me has dejado entrar a tu hogar!

Ese comentario me desconcertó un poco, era como si quisiera que dudara de él y lo echara. No podía hacerlo de todos modos.

—Hum... ¿porque tengo una ligera esperanza en la humanidad? —mostré una de mis mejores sonrisas inocentes pero sólo conseguí una ligera risita, que por cierto, estrujó algo dentro de mí;  sabía que realmente se burlaba, sin embargo, no me importó.

Sabía que no me haría daño, hace un momento estuvo llorando y eso significaba que tenía sentimientos, un corazón... y que probablemente, alguien lo había lastimado.

Por lo menos ahora le había hecho sonreír; eso me alegró. Era automático el que yo quisiera levantarle el animo a alguien en aquella situación, siempre había sido así. Taehyung decía que esa era una de mis grandes virtudes y por eso, normalmente las chicas caían rendidas ente mí. Uhg...

Pero antes de que por lo menos hablara, aquel chico ya se estaba quitando la sudadera húmeda que aún portaba. No pude evitar abrir los ojos a tope o que éstos mismos divagaran sobre su cuerpo.

— ¡¿Qué?! —me miró frunciendo el ceño, molesto y me arrepentí por no reservarme a contemplarlo.

—Lo siento... yo... —bueno, realmente no sabía qué decir, cómo disculparme. Tal vez a él no le gustaban los chicos—. Tu abdomen... —susurré, señalando al notarlo. Bajó la vista a donde su mano apretaba— ¡sangra! —abrí los ojos preocupado, y él me miró asustado, como si intentara que yo no viera su herida.

A Rainy Night -Yoonmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora