5 de septiembre del 2015

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Suena mi despertador a eso de las cuatro y media, recuerdo que anoche no pegué ojo para ver que mi despertador no me traicionara sin despertarme, también estaba el de mis padres que sonó cinco minutos después del mío. Me levanté con ganas de mi cama y me puse unos legings negros con mis zapatillas de deporte blancas, también me puse la camiseta que tanto le gustaba a Vicente, una blanca ancha con letras negras. Estoy muy nerviosa...

No quiero tomar nada para desayunar, sé que el día se me va a hacer largo de narices así que lo lamento si esto se hace algo largo pero enserio, merece la pena. ¡Suceden cosas que...uf...! asi que llega hasta el final. 

Salí de mi casa a las cinco menos cuarto y, dio la casualidad de que nos topamos con los amigos de mis padres, diez minutos hablando, cada segundo que pasaba me ponía nerviosa... ¡quería llegar ya!

Al fin pararon de hablar, y me monté en el coche, mi madre empezó a comerme la cabeza con que Vicen no existía y yo le decía mil y una vez que cuando lo viera le iba a dar un zas en todas las narices...Pasa el tiempo y pienso en todo lo que pasará en muy pocas horas mientras escucho temazos de Queen en la radio.

Me despierto a eso de las siete de la mañana justo cuando mis padres paran en un bar de la carretera para tomar algo, observo a la gente salir de él satisfecha, al entrar me da angustia del viaje y decido ir al baño a echarme un poco de agua. 

Cuando vuelvo con mis padres veo que me han pedido un bizcocho y una puleva de chocolate que me lo tomo sin pensarlo dos veces, esta realmente bueno pero deseo irme pronto de aqui para llegar cuanto antes, al montarme en el coche vuelvo a dormirme hasta las diez menos cuarto y cuando me levanto ya estamos en Valencia.

¡Al fin!...Pasa media hora, mis padres se  han perdido...T-T 

Estoy nerviosa, solo miro el móvil para llamar a Vicente en cualquier momento, lo llamo mil veces, no puedo esperar pero no me coge la llamada...Entonces llegamos a nuestro destino. El oceanografic a las once de la mañana, entonces le llamo de nuevo. Hay mucho ruido y no oigo nada pero sé que me ha cogido la llamada, mi madre habla con él y me lo pasa el teléfono. Dice que está de camino...*-*...

Pasa el tiempo y veo que no viene, vuelvo a llamarle, no contesta , me pongo realmente nerviosa.

Pasa aún más tiempo y mis padres me obligan a ir con ellos al delfinario, le vuelvo a llamar, como esta vez no me lo coja no le vuelvo a llamar en todo lo que queda de día...

-¿Diga?, Andrea estamos ya entrando, en cinco minutos estoy , ¿dónde estás?.- me emociona oirle decir aquello.

-En el delfinario, llevo la camiseta blanca que te dije, porfa no tardes...-se que soné desesperada xD...

Me quedo en la zona más alta del delfinario para poder verle, y entonces...le veo.

                                                                               *                  *                       *

Corro a sus brazos y el acude a mi abrazo, saludo a su amigo y cojo a mi niño de la mano y lo presento a mis padres que, como yo ya sabia se quedaron boca abiertos al verle. Es tan jodidamente guapo que necesito besarle otra vez pero me controlo y no lo hago por vergüenza, nos sentamos alejados de nuestros padres para tener más intimidad y vemos un espectáculo de delfines.

No puedo mirar el espectáculo, no puedo dejar de mirar su cara, me tiene loca perdía.

-¿Y qué tal?- fue lo primero que se me ocurrió.

-Genial, tenía tantas ganas de que llegara este momento...-me dijo sonriéndome.- Soy demasiado alto para ti -dijo partiéndose de risa de mi, me avergoncé muchísimo y sonreí y me levanté junto a él, efectivamente me sacaba nada más y nada menos una cabeza y media.

Te echo de menosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora