El hambre no se crea.
No se controla, no se destruye, no se sacia.
El hambre busca constantemente un equilibrio inalcanzable entre los márgenes de la más voraz de las entropías.
El hambre no es, el hambre está: está cambio, está evolución, está vida.
El hambre vive para transformarse. Se come a sí mismo en un cataclismo feroz y vuelve al instante en una oleada cada vez más insaciable.
El hambre nunca se divide y siempre, siempre, se multiplica. Imparable.
@LCBuenfil aquí vamos con esto, a ver cómo sale.
ESTÁS LEYENDO
Bhükha
ParanormalBhükha es hambre. Es el dolor en el estómago cuando el monstruo de la inanición se cuela entre las costillas. Es el abdomen hinchado por los parásitos; la fineza de la epidermis; la tos de los convalecientes. Es eso que se esconde entre las cuencas...