- Paper.

704 73 1
                                    


Había un niño, uno nuevo, no hablaba.

Había un niño, uno nuevo, la curiosidad me mataba.

Había un niño, uno nuevo, era rubio y de ojos hermosos.

Había un niño, uno nuevo, quería hablarle.

Había un niño, uno nuevo, le envié un avión de papel.

Había un niño, uno nuevo, me contestó.



Dylan le manda un avionsito de papel con letras escritas, Thomas lo recibe y sin pensar lo abre.
Cada noche pasaba lo mismo, nunca faltaba el avión en la ventana de Thomas.

Y sin querer con cada avión Dylan iba descubriendo más de Thomas, había descubierto su oscuro pasado, su sombrío presente y sin embargo se había enamorado de el.


P a p e rDonde viven las historias. Descúbrelo ahora