Un sábado por la noche en un club nocturno, allí se encontraba Amber obligada a salir de la casa.
Sus compañeras estaban cansadas de escucharla decir siempre que necesitaba algo de pasión pero ella nunca levantaba su trasero del cómodo sofá cuando estaba horas mirando el televisor.
La vistieron de la forma mas sexy y adecuada para ella y aun así seguía sentada a uno de los sillones que se encontraban cerca de la pista de baile.
Cansada de esperar a que alguien se acerque, porque si se trataba de hombres Amber prefería que ellos den el primer paso y se acercaran, se dirigió hasta la barra de tragos y pidió algo al azar, luego le entregaron una bebida de color naranja y ella bebió un sorbo para identificar que era, durazno con vodka.Ya habían pasado 10 minutos, la gente seguía bailando y Amber se encontraba sola en la barra con medio vaso de vodka. Un chico peli-naranja se sentó junto a ella y pidió una bebida, Amber lo miro de pies a cabeza, algo de el le llamaba tanto la atención y no podía dejar de mirarlo, lo que mas le llamaban la atención era sus labios, sintió el,deseo de probarlos y morderlos. No podía despegar un ojo de el y al parecer este se había dado cuenta y volteo a verla.
-Hola- como si su voz fuera el canto de los dioses Amber quedo encantada, sentía mas deseos por tenerlo y no se iba a quedar atrás.
-Hola- dijo de forma coqueta mostrándole una linda sonrisa.
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-¡Amber despierta!- la voz de su compañera de piso y amiga sonaba en la habitación pero ella no quería abrir los ojos, aunque por instinto los abrió cuando sintió algo frío y húmedo por su cuerpo. Tirarle un vaso de agua con hielo era la mejor forma de despertar a Amber después de una noche en un club nocturno.
-¡¿Que rayos te pasa?!- grito Amber con enojo.
-Hasta que por fin despiertas, ya es muy tarde es hora de despertarse- su compañera le lanzo una toalla a la cara y se dirigió a abrir las cortinas, esto hizo que los ojos de Amber dolieran un poco al ver la luz entrar a su habitación.
-No tengo ganas.
-Que ya hayas tenido tu loca noche de pasión no significa que ahora te tengamos que tratar como una princesa.
-Obviamente siempre vas a pensar así, es que a ti no te gusta que nadie te destrone, Krystal- Amber volvió a analizar lo que su amiga había dicho- ¿Noche loca de pasión?- pensó en voz alta. Volvio a mirarla pero ella ya no estaba en su habitación.
Se dirigió al comedor donde se encontraba el resto de sus amigas almorzando.
-¿Tan tarde me desperté?- de vuelta había pensado en voz alta.
-Buenas tardes, Amber. Aquí tienes- Victoria le extendió una taza de café a la nombrada.
-Gracias, Vic.
-Hey, Amber ¿Que paso anoche? Hoy me levante temprano y vi que un apuesto chico se estaba yendo de aquí- Luna, a pesar que con lo que vio era bastante obvio lo que había pasado, ella quería escuchar cada detalle de la boca de Amber.
Cualquier detalle tendría que esperar porque Amber no recordaba nada, lo ultimo que recordaba era estar en el club tomando durazno con vodka. Sulli se dio cuenta que no recordaba nada al verla con su cara de confusión.
-Amber, hoy necesitó que me acompañes a comprar ropa.
-Claro, también necesito algo para mi.
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Mientras Sulli se probaba varios vestidos que había escogido, Amber se encontraba viendo algunas sudadera. Había encontrado una de su interés y cuando estaba por tomarla para probársela alguien mas imito la acción de ella haciendo que sus manos se toquen, ella estaba por reclamar hasta que vio de quien se trataba.
-Hola- en ese momento Amber recordó todo, recordó cuando la noche anterior ese chico peli-naranja estaba sentado junto a ella compartiendo bebidas, recordó cuando fueron a su departamento y tuvieron la noche de pasión que Amber buscaba desesperadamente, recordó cada detalle y el rubor no tardo en instalarse en sus mejillas.
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Casualidad «Amber y Jimin»
FanfictionTres encuentros pueden ser pura casualidad, tres encuentros pueden ser el destino. Sea lo que sea, estos tres encuentros nos llevaron a lo que somos ahora.