Tres encuentros pueden ser pura casualidad,
tres encuentros pueden ser el destino.
Sea lo que sea, estos tres encuentros
nos llevaron a lo que somos ahora.
Al abrir los ojos, Amber pudo ver la habitación iluminada por el sol colándose entre las cortinas, volteo donde la noche anterior vio el reloj de pared y podía ver que eran las 8 a.m.
Su espalda se sentía algo adolorida y se acomodo para quedarse unas horas más dormida y que el dolor pase sólo, luego recordó que ella no estaba en su casa. Volteo su vista hacia el otro lado de la cama pero él no estaba allí.
Podía ver el cuerpo de Jimin marcado en las sabanas, su cara se acerco hasta allí y aspiro el dulce aroma que tenia, el aroma que tanto le gusta a Amber.
Unos ruidos detrás de la puerta la alertaron y de inmediato comenzó a vestirse.
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Buscó su teléfono en cada trató de la habitación pero no lo encontraba, comenzaba a desesperarse y quería salir de allí de inmediato y no pasar una escena vergonzosa con los amigos de Jimin, de los cuales Amber supo que vivían juntos, tal como ella y sus compañeras. Unos segundos después escuchó el tono de su teléfono, podía reconocer la canción que había compuesto como ringtone, la cual estaba siendo un éxito ya que una muy famosa celebridad decidió que sería parte de su álbum. El sonido provenía de detrás de la puerta y, sin dudarlo, ella se hacerlo hasta allí y abrió la puerta sin pensar en que diría, de lo cual se arrepintió ya que una vez que la puerta se encontró abierta se encontró con seis chicos frente a ella. La canción seguía sonando, lo único que sonaba era esa canción volviendo el ambiente más incómodo. Nadie decía una palabra, ni siquiera algún sonido, hasta que uno de los seis chicos paro el sonido que provenía de un celular.
Amber habría creído que era su celular pero no era el mismo. Sus manos se dirigieron al bolsillo trasero de su pantalón, donde siempre guardaba su teléfono, y allí estaba. En esos momentos no podía sentirse más avergonzada y torpe.
Como si hubiesen cumplido un milagro, un ángel llegó justo a tiempo para salvarla. Ese ángel peli-naranja con voz hipnotizante.
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Después de ser presentada a los seis chicos, que convencieron a Amber a quedarse y desayunar, ella les hablaba de su trabajo y que aquella canción que habían escuchado había sido compuesta por ella. Los chicos se sentían fascinados, como si tuvieran a una súper estrella desayunando con ellos.
Amber se sentía muy bien de estar allí, tal vez se podría acostumbrar. Claro, si es que su relación con Jimin avanzara, entonces sí. Ansiaba saber cuándo sería el día en que sean novios y si es que ese día llegaría. Aunque ella no le tomaba mucha importancia, ya que las mejores cosas siempre le pasaban cuando estaba relajada y sin preocupaciones rondando en su cabeza.
Y aquella teoría fue más acertada cuando Jimin tomo su mano. En esos momentos ella podría estar chillando como una chica de secundaria teniendo su primer novio pero mantuvo la calma como si eso no hubiese pasado. Se arrepintió de no devolverle el apretón cuando el soltó su mano, aunque se dio cuenta que esa acción fue solo para darle a Amber un papel que tenia escrito algo en el.
« ¿Quieres ser mi novia? »
De enserio tenía que reprimir todas esas ganas de chillar.
Su rostro giro a su lado donde se encontraba el peli-naranja y con un una sonrisa pudo confirmar que estaba segura de querer estar con él, no sabía cuánto tiempo pero ella quería que dure una eternidad.
Jimin le entrego un lápiz para que ella respondiera.
Amber no podía creer lo que había hecho cuando le entrego el papel, se sentía toda cursi flotando en una nube rosa.
«Si ♥»
¿Cuándo, en su sano juicio, Amber había dibujado un corazón? Supongo que así era el amor, atrevernos a hacer cosas que antes no harías solo por aquella persona especial.
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Ya es el final asdfghjklñ próximamente fanfic HenBer.
