Invierno Cálido

Capítulo 12

Nora se sorprende a sí misma al sentirse aliviada de que la chica de la llamada se trate sólo de su hermana pequeña.

-¡Hola Noraa! Así que tú eres la bomba atómica que ha caído en la mente de mi hermano recientemente eh-
-Nora se queda perpleja al ver que ni la edad ni el tamaño de Lucía cuadran con su forma de expresarse.
-Hermanita, sé buena, dale un respiro, acaba de llegar.
Nora reacciona -No no, tranquilo, no me ha ofendido en absoluto, jajajaja, de hecho me ha creado curiosidad. ¿A qué te refieres exactamente?
La pequeña y mofletuda Lucía se acerca rápidamente para responder.

-Verás Aidi lleva unos días bastante raro y creo que todo se debe a ti, yo creo que le tienes loqu...- Aiden corre hacia Laura y le agarra de los mofletes amasándoselos e interrumpiendo así lo que estaba diciendo.
-¿Por qué no nos tocas algo? -Pregunta Aiden mientras dirige su mirada hacia el piano intentando cambiar de tema-.
-¡Claro!- afirma Lucía a pesar de haberse dado cuenta del hábil movimiento de Aiden.
-¿Sabes tocar el piano? Preguntó Nora asombrada.
-Un poquito.
-Un... ¿Un poquito?-Dijo Aiden antes de estallar en una carcajada-.
-¡Mamá dice que hay que ser modesto en la vida, Aidi, tss!

Lucía se sienta en el banco y Aiden la acerca al piano.

Cierra los ojos y comienza a tocar con sus diminutos pero estilizados dedos, toca con suma delicadeza, casi da la impresión de que tiene miedo de romper las teclas, como si éstas fueran de cristal. Cada dedo se apoya y otro lo sigue, la otra mano comienza a moverse también acompañando a la primera en forma canon, poco a poco la habitación se va llenando de magia, sonidos tan dulces como increíblemente majestuosos nacen de las pequeñas manos de Lucía, mientras Aiden y Nora se miran mutuamente hechizados.

Tras unos minutos tan increíblemente agradables como celestiales, la mano que se encarga de la melodía va cesando hasta llegar al fin de ésta, mientras el canon se ralentiza hasta convertirse en un silencio que cierra la improvisada actuación.

"Ha sido increíble" quiere decir Nora, pero sus labios están paralizados, por lo que tan sólo consigue pensarlo, la parálisis se esfuma rodando por su mejilla en forma de lágrima que se rápidamente con la mano. Pero sin poder impedir mostrar lo mucho que ha calado en su interior la breve melodía.

Lo... Lo siento, ha sido genial, soy una boba.

-¿Boba? Ese es el aplauso mas sincero Norichi.

Aiden esboza una sonrisa satisfactoria al mirar que han congeniado. -¿Queréis comer algo?
-¡Sííí!. Grita Lucía.
-Gracias Aiden, pero tampoco quiero abusar.

-A eso lo llamo yo un "Sí" educado.
-Pediré comida china.
-Jo Aidi, creí que ibas a cocinar tú.
-Esta vez no, tengo que guardarme alguno de mis grandes talentos en la recámara para seguir sorprendiendo a Nora.

-¿de verdad sabes cocinar? -Preguntó Nora, entusiasmada.
-Un muchito. Dijo guiñándole un ojo.
-Aidii, la modestiaaaa. -Insistió Lucía.
-Pero si he sido modesto.
Nora estalla en una carcajada al ver lo bien que se llevan los hermanos, se siente agusto allí. Así que decide no darle mas vueltas y aceptar la invitación.