Abrí los ojos lentamente, de nuevo la claridad que entraba por mi ventana me despertó. Desperté en mi habitación con un gran dolor de cabeza.
Recuerdos de ayer empezaron a aparecer en mi cabeza, yo a punto de ser violada. Aún tengo que agradecerle a Justin por haber venido. Es la última vez que salgo sola por una ciudad que no conozco, lección aprendida. Creo que me golpeé la cabeza ya que me duele bastante.Me levanto y salgo de mi habitación para hablar con Nat, quiero saber por qué no me cogió ayer el teléfono, y eso que llamé infinitas veces.
Todos están en la cocina hablando, bien. Se van a enterar.
-¡Maya, qué tal! -exclamó mi amiga emocionada. Y decidí gastarle una broma.
-¿Quién eres? -a Nat se le descompuso la cara- y, ¿por qué estoy aquí?
-No puede ser... -susurró Kyle.
-Maya, ¿no sabes quién soy? -preguntó a punto de echar a llorar.
Me dio mucha pena así que solo reí y me encogí de hombros.
-Hija de p... -la interrumpí poniendo mi mano en su boca.
-No digas eso, Nat. -reí mientras ella me fulminaba con la mirada. -Buenos días, chicos. -saludé.
Entré a la cocina para hacerme algo de desayunar, qué hambre. Me acerco al pequeño armario y saco mis cereales favoritos. Hay algo malo en ser bajita y es que no llegas a los lugares más alto.
Que inteligente eres, Maya.
Intenté estirarme lo más que pude para coger un bol para los cereales pero no llegaba.
-¿Quieres esto, enana? -preguntó Kyle con una sonrisa.
-Sí, por favor -dije haciendo un pequeño puchero.
Kyle me dio el bol y un pequeño beso en la cabeza. Sonreí.
Ahora sí, con todo listo me preparé cereales y me dispuse a degustarlos.
-Maya... ¿qué pasó ayer? -preguntó Marc.
No me esperaba esa pregunta y le miré confundida.
-Nos llamaste como siete veces a cada uno, ¿te pasaba algo?
Imbéciles.
-Oh, no. Tranquilos, no era nada. Solo estaba perdida en una ciudad desconocida para mí, solo eso. -sonreí mientras me miraban todos- Oh, y bueno casi me violan. Pero no os preocupéis estoy bien. Gracias por todo, chicos. -ironicé.
-¿Cómo llegaste hasta aquí? -preguntó Nat.
-Llamé a Justin, y él me trajo, supongo.
-¿Justin fue por ti? -preguntó Amy muy sorprendida.
Asentí.
-A diferencia de todos vosotros, Justin me cogió el móvil. Creo que si no hubiera sido por él... yo no estaría aquí ahora. Ni siquiera sé si estaría bien.
Todos me miraron perplejos.
-Por cierto, ¿donde está?
-Se ha ido temprano hoy.
No sé cual era el motivo de irse todos los días, supongo que tendrá cosas importantes que hacer. Me encogí de hombros y seguí comiendo.
[...]
El sonido de un portazo llegó a mis oídos.
Justin acaba de llegar.
Salgo de mi habitación dispuesta a hablar con el.
-Justin... -empiezo.
-Ahora no - me cortó.
-Pero solo quería darte las g... -me volvió a interrumpir.
-Maya, ahora no joder. Después me cuentas, ¿vale?
-¿Qué te pasa conmigo? -solté de repente.
-Nada -dijo intentando pasar por mi lado pero no le dejé.
-Dime.
Me miró muy fríamente e intentó volver a pasar. Se lo volví a impedir.
-Justin, dime qué te pasa conmigo, no lo entiendo... -dije ya frustrada.
-Que no me pasa nada, joder. Déjame pasar.
-Sí. ¿Vas a decirme o me voy a mi habitación? -crucé los brazos sobre mi pecho.
-Vete -dijo encogiendose de hombros.
Por una vez que quiero hacer una buena acción pasa de mí. Perfecto Justin, muchas gracias. Giré para volver a mi habitación decidida. Menudo gilipollas está hecho.
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treasure [J.B]
RandomMaya, estaba rota. Justin, también lo estaba. ¿Quién dice que dos corazones rotos no pueden juntar sus pedazos hasta convertirse en uno?