Let me love you (CAMREN)

Capítulo 2: De NY a LA

En pleno centro de Nueva York se encontraban tres viejas amigas entablando una conversación con la televisión encendida de fondo.

-¿Entonces, cuando tienes que volver?

-A eso he venido, porque yo mañana...

-¡Callad! ¡Callad!- la castaña que estaba hablando en ese momento fue interrumpida por una de sus amigas. Concretamente, esta no dejaba de mirar la pantalla- Quiero oír esto, es sobre Lauren...

Sus dos amigas callaron al instante para escuchar lo que estaban diciendo. Sin embargo, la castaña, resignada con la situación, cerró los ojos intentando calmar la sensación de ardor y dolor en el pecho. El eco de la televisión resonó por toda la sala de aquel dúplex de su amiga rubia. Todas las allí presentes, incluida Camila Cabello, escuchaban la televisión atentamente:

-La artista del momento sigue consolidando su carrera musical por su paso por Europa, con esta gira Lauren Jauregui junto a su grupo 4Shots: Seth, Peter y Frank, siguen creando nuevos fans allá por donde van. Cabe decir que, después del espectacular tour que hicieron por Estados Unidos era de esperar que los europeos cayeran rendidos con facilidad por su música y por sus grandes actuaciones, tal y como hicimos nosotros...- la periodista respiró durante un segundo y después siguió hablando-. Francia, Italia, Alemania e Inglaterra, entre otros, ya han disfrutado del grupo neoyorquino y su última parada será España antes de volver a su tierra natal...

La televisión de repente se apagó creando el sobresalto en las otras dos personas sentadas en el sofá.

-¡Eyy!- exclamaron los dos mirando a Camila quien tenía el mando de la televisión en la mano, ella la había apagado. Aquel ardor en el pecho que había sentido la latina minutos atrás había aumentado y la sensación de angustia era cada vez mayor.

-Lo estábamos viendo...- se quejó la rubia polinesia.

-¡Me da igual!-gritó- He venido a veros y a contaros una cosa y lo único que hacéis es mirar la televisión ignorándome a mí... ¡Pues ya me canse!

-Mila, tranquila...

-¡Estoy muy tranquila, Normani!

Normani durante unos segundos miró a Dinah, la dueña de aquel dúplex de Nueva York, sin saber que hacer; ambas estaban muy extrañadas. Después de hacerse el cabello a un lado, la mujer de piel oscura se acercó, sin levantarse del sofá, a Camila pasando el brazo por su hombro. Al parecer aquello tranquilizó un poco a la latina, porque su cuerpo se relajó casi al instante, pero era evidente que aún seguía alterada. Sus manos seguían cerradas en un puño con fuerza y su respiración estaba un poco más acelerada de lo normal:

-¿Es por ella?- le susurró Normani a Camila intentando que la polinesia no escuchara nada. Aunque, a decir verdad, esta sabía tantos detalles como la mujer de color de lo que había ocurrido en el pasado- Ha pasado mucho tiempo desde...

-¡No, claro que no!- gritó aún más alterada que antes por esa pregunta y se levantó de un golpe del sofá. Huía del lado de su amiga porque si quedaba a su lado sabía que no podría seguir con esa mentira-¿Por qué preguntas eso, Mani? ¡No tiene sentido!

Ambas mujeres en el sofá se volvieron a mirar, para después centrarse en Camila mientras que esta caminaba de un lado a otro delante de ellas. A pesar de la evidente confusión que sentían Dinah y Normani en esos momentos, ellas sabían perfectamente que siempre ocurrían cosas parecidas cuando decían el nombre de Lauren cerca de Camila.

¿Por qué me sigue doliendo casi siete años después? Se preguntó la cubana mentalmente mordiéndose sus uñas nerviosa. Odiaba sentirse así...