Tom no podía soportar ver a Greta así de mal, estaba devastada por haber cortado con su novio. Le extrañó que la chica le llamará a él para contarle, luego recordó que ella le había dicho que no tenía tantos amigos, así que por ese breve instante se sintió alagado de ser la persona en la que Greta pudiera confiar, oficialmente era su amigo.
Estuvieron afuera de la Universidad en donde tomaba clases un buen rato abrazados, nadie se detenía a verlos, y Tom no se había atrevido a preguntarle por qué Dan había terminado con ella
— Greta, ¿te parece si nos vamos de aquí y me cuentas qué pasó?— preguntó Tom alejándose un poco de ella, tomó el rostro de la chica entre sus manos y con los pulgares limpió las lágrimas que no dejaban de salir. Greta sólo asintió. Tom la tomó de la mano y la dirigió a su automóvil. Una vez dentro no supo a dónde dirigirse
— ¿Te llevo a tu casa?— preguntó Tom colocándose el cinturón de seguridad
— No quiero ir a mi casa, no así— dijo Greta entre sollozos
— ¿Quieres ir al bar del hotel? Luego te llevo a casa— propuso Tom y Greta aceptó un tanto dudosa. Hicieron el camino en silencio, pero eso le sirvió a la chica para relajarse y calmarse un poco. Se sentaron en la mesa más alejada del bar, Tom pidió un par de daiquiris y algunos aperitivos, la verdad no sabía qué hacer en un momento así, cuando alguno de sus amigos terminaba con sus novias se iban a algún bar a beber sin control y a "conocer" chicas nuevas, chicas de las cuales su nombre no importaba demasiado... Pero con Greta la situación era diferente
— ¿Me quieres contar qué pasó con Dan?— preguntó Tom recargándose hacia delante para quedar un poco más cerca de la chica
— Dijo que parecía que ya no tenía una relación con él... y me dejó— explicó brevemente tratando de aguantar el llanto
— ¿Por qué te dijo eso?— preguntó Tom justo en el momento en el que les llevaron sus bebidas, Greta tomó el suyo y dudó en decirle a Tom que básicamente él era el culpable de su rompimiento, pero no iba a decirle aquello, no quería hacer sentir a Tom mal o echarle la culpa a él
— Simplemente se hartó de mí... Ya sabes, soy la chica rara de la escuela— dijo finalmente, Tom resopló con fastidio
— No puedo creer que por eso te haya dejado... Y deja de decirte rara, no lo eres— la regañó el actor tomando uno de los pequeños taquitos que les habían llevado con las bebidas
— No sé qué hacer, Tom. Estoy triste, siento que me falta algo— dijo Greta y sus ojos se llenaron de lágrimas
— Primero y te lo repito, deja de decirte rara, eres una chica increíble y el chico que esté contigo debe de sentirse afortunado de tenerte a su lado— las palabras de Tom provocaron que Greta llorará más, y es que le costaba trabajo creer que aquel actor tuviera esa idea de ella. Tom acercó su silla y la abrazó –Y bueno, no dejes que esto te afecte más de lo que debería, sé que es difícil, más cuando llevabas tanto tiempo con él—
— Tengo que verlo, todavía tenemos clases y no creo poder alejarme de él de un día para otro— explicó Greta limpiándose la nariz con una servilleta que le había extendido Tom
— Ya sé que no es fácil, sólo trata de ignorarlo estos días, no dejes que te diga nada malo, ni que te afecte lo que piense de ti— Tom le dio un beso en la frente para tratar de calmarla, pero Greta parecía shockeada, por lo que no sintió aquel beso
— No va a ser fácil, Tom, llevo menos de un día sin él y siento que me falta algo, como un vacio... incompleta, quizá— Greta se estaba tranquilizando, aun así su tono era serio
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I Write Sins Not Tragedies
FanfictionEs la historia de un fanfic que va a obsesionar a Tom Hiddleston, en cada capítulo parece haber algo de su vida real, cosas que no cualquier fan sabría, sólo una o más personas cercanas a él. ¿Quién será la misteriosa escritora?