Cold

Capitulo 19

CAPITULO EDITADO

Podía oír la sonoridad de unos murmullos. Las sentía lejanas y me resultaban familiares.

Abrí los ojos y apenas pude distinguir donde me encontraba. La habitación era de un color azul oscuro. Tenia muchos muebles y millones de trofeos estaban apoyados en el estante. Me encontraba acostada en una cama, supuse que era la de Dylan. Miré a mi derecha encontrándome a Sienna y Dylan, que me miraban inquietantes.

-¿Me desmaye, no?-Pregunté.

Ambos asintieron con la cabeza.

-Así que le tienes miedo al agua y a los espacios cerrados. Eres toda una miedosa-Habló Dylan en forma de burla.

Mi hermana le dio un leve golpe en su hombro.

Comencé a mirar detrás de ellos en busca de esa persona, pero no estaba.

¿Se había ido?

-Si buscas a Zac, él fue a buscarte agua.

Definitivamente Dylan había leído mi mente o yo era muy obvia.

Me senté en la cama tratando de no parecer interesada en lo que había dicho Dylan, y Zac ingresó en la habitación con un vaso de agua.

-Ten-Dijo entregándomelo.

-Gracias-Sonreí de manera cortes.

Estaba tan concentrada tomando mi vaso de agua que no me di cuenta que Sienna y Dylan se habían ido y habían cerrado la puerta.

-Lo siento mucho, Jade-Dijo mientras me miraba fijamente, sus ojos marrones se conectaron con los míos y por un rato me sentí perdida.

Era tan lindo cuando se disculpaba.

-Esta bien, te perdono por casi matarme-Repliqué bromeando.

La culpa se dibujó en su perfecto rostro, otra vez. Esto era tan divertido.

-¿Puedo preguntarte algo?-Le dije.

Él me miro confundido pero luego asintió.

La pregunta que estaba por hacerle no venia al tema, pero era una duda que volaba en mi cabeza.

-¿Alguna vez te has enamorado?

Zac parecía sorprendido por mi pregunta, pero luego se mostró tranquilo dedicándome una sonrisa que hacia que sus ojos se achinen.

Creo que me voy a desmayar otra vez.

-No, nunca-Podía notar la sinceridad en sus ojos-¿Tu?

Negué con la cabeza

-¿Y el idiota de Treux?

-Estaba por empezar a enamorarme cuando pasó lo que paso-Mire el suelo tratando de no recordar ese momento.

-Lo odio-Gruñó entre dientes.

Seguro lo odiaba porque estaba celoso...¿No? No.

De repente los nervios se apoderaron de mi, estábamos solos, en una habitación y sentados en una cama.

Él se dio cuenta de mis nervios y lentamente comenzó a acercarse a mi.

Ay Diosito por favor

Inconscientemente mordí mi labio inferior al ver los suyos.

Mi corazón latía fuertemente como si estuviera haciendo una carrera. Mis bellos se erizaron cuando sentí su mano sobre mi rostro y como de a poco se acercaba.