Capitulo 42

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CAPITULO EDITADO


Lo único que podía oír era el sonido de unas voces masculinas. Logan y Treux, estaba segura que pertenecían a ellos. Luego oí otras voces masculinas pero no podía reconocerlas.

¿Dónde estaba? ¿Por qué no podía abrir mis ojos? ¿Por qué mis parpados se sentían pesados? 

Con toda mi fuerza abrí los ojos acostumbrándome a la poca iluminación de la habitación en la que me encontraba. Apenas podía distinguir los muebles de esta, pero de algo estaba segura, no era mi casa. El lugar me resultaba familiar. Era la casa de Zac

¿Qué hacía aquí? ¿Cómo llegue aquí? Yo estaba en mi habitación con Logan y de repente pronunció unas palabras disculpándose y luego aparecí aquí.

Intenté levantarme pero todo me dio vueltas, mis ojos veían manchitas negras debido a mi brusco movimiento al internar sentarme. Me encontraba recostada en un sofá color oscuro.

Tomé mi cabeza entre mis manos, intentando calmar el dolor de cabeza cada vez más fuerte, y entonces escuché la puerta abrirse y la luz hacerse mas clara, para seguidamente ver la figura de unos seis o siete hombres acercarse a mi. Algunos nunca lo había visto en mi vida, pero entre ellos se encontraban Treux, Logan, Damien y hasta incluso ese chico que me había ayudado a ponerme de pie luego de mi caída en el barro.

-Al fin despiertas, hermosa-Habló el hermano de Logan mientras se acercaba a mí y tomaba asiento en el borde del sofá. Quiso acercar una de sus manos a mi rostro pero la quité rápidamente con asco.

¿Qué había pasado? 

-¿Qué hago aquí?-Balbuceé con la respiración agitada. Jamás había estado tan asustada en toda mi vida. Algunos de los chicos se reían mientras que otros me miraban sin ningún tipo de expresión.

Mi cabeza me dolía como el infierno y mi corazón estaba comenzando otra carrera de velocidad. 

-Sólo te damos tu regalo de cumpleaños-Habló esta vez un chico desconocido. Su voz era extremadamente terrorífica.

-¿¡Qué me hicieron!?-Alcé la voz provocando un enorme mareo en mi cabeza.

Damien soltó una carcajada irónica-No te hemos hecho nada, Logan no nos permitió eso-Señaló a Logan con su cabeza.

Él se encontraba con la mirada a sus pies, como si estuviera avergonzado y lamentado. Claro que tendría que estarlo ese maldito hijo de perra. ¿Acaso me había dormido para traerme aquí? ¿No era mas fácil pedirlo?

-¿Por qué, Logan? ¿¡Qué quieres de mi!?-Grité nuevamente perdiendo los estribos. Intenté ponerme de pie pero me fue imposible, me sentía mareada y unas ganas de vomitar se incrementaron.

Él finalmente me miró y su ojos estaban cristalizados.

¿Quería llorar? ¿El muy cobarde quería llorar?

-¡Te odio! Quiero que me lleven de vuelta a mi casa ¡Ahora!-Ordené.

Treux se acercó a mi con una sonrisa que jamás había visto en él. Era escalofriante, como si fuera a planear lo peor hacia mi persona. Acercó una de sus manos a mi rostro, en la yema de sus dedos abundaba un color rojo oscuro, como si fuera sangre. Temblé al notar eso y alejé mi rostro de su mano golpeándola con toda mi fuerza. Levantó su mano como si estuviera a punto de darme una bofetada. Cerré los ojos y cubrí mi rostro esperando lo peor pero no llegó. Logan lo había tomado rápidamente de sus brazos impidiendo que me golpeara.

-¡No la toques!-Gritó con la mandíbula apretada y sus nudillos estaban blancos. Parecía estar estrangulando lo brazos de Treux-No era parte del plan.

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