Mi madre siempre me decía, ¨el hecho de que tu vida no sea fácil, no justifica que no puedas ser feliz¨, y tiene mucha razón. Mi vida no fue fácil y tampoco lo es ni lo será, las cosas ocurren, nos destruyen, pero somos nosotros los que decidimos si reconstruirnos o no.
Nunca se es demasiado joven como para reconstruirse, hay veces que roto en pedazos, tienes que seguir y luchar contra todo lo malo, por que esa es la única salida.
Mis padres peleándose en frente mío y de mis hermanos cuando yo tenía 9 años, y eso puede que me haya hecho perder un poco las esperanzas sobre encontrar a un hombre que me ame. Ellos se querían pero no servían para estar juntos, por eso cuando tenía 9 años mi padre se mudó al otro lado del país, donde ahora tiene una nueva familia, pero no deja de perder el contacto con nosotros, aunque duele saber que otros están recibiendo el amor de tu padre, y más cuando ni siquiera es su padre biológico. Mi madre supo perfectamente como darme el cariño que me faltaba, por más de que tengamos nuestras peleas, ella es la mejor mamá del mundo. Por suerte tengo una gran familia que tiene sus problemas como todas las familias, somos muy unidos.
Tener que despedir a mi hermano mayor el día que se fue a la universidad fue duro, era como mi mejor amigo, él siempre estaba ahí cuando necesite un abrazo, cuando necesitaba que me escuchen, siempre siempre. Pero otra vez tenía que seguir adelante, y así fue.
Empezaba otro año escolar más, el ultimo por suerte, aunque me aterraba el hecho de tener que pensar que era lo que quería para mi futuro, pero ¿A quién no?
Ayer había sido mi cumpleaños por lo que hoy tenia oficialmente 17 años y un día. La verdad que había sido un cumpleaños cálido, lleno de las personas que quiero y me quieren, además de mucha comida. Realmente me había esforzado mucho haciendo cosas ricas para mi cumpleaños, disfrutaba mucho de cocinar y por lo que note, a las personas les gusta mi comida, o eso creo.
Como todos los días que tenía colegio, mi rutina era bastante repetitiva. Me despertaba por culpa de la alarma, me vestía, desayunaba algo rápido que me había preparado mi madre, me cepillaba mis dientes y ya estaba lista para ir a pasar las siguientes 5 horas de mi vida en la adorable escuela.
Luego de clases había almorzado en la casa de Alaska, mi mejor amiga, junto con la mayoría de mis amigos. Pasamos casi toda la tarde viendo películas y riéndonos, ya que el día estaba lluvioso y no había mucho que hacer.
Una vez que llegue a mi casa, ya era casi la hora de la cena y como mi madre hoy trabajaría en el hospital en el turno de la noche, estábamos yo y mi hermana pequeña estaríamos solas hoy, no me daba miedo ya que estoy bastante acostumbrada. Luego de discutir que sería lo que cenaríamos, terminamos eligiendo pizza y aproveche el tiempo que faltaba para que llegara el pedido y me di un baño realmente necesario.
No era muy tarde cuando, Luna, mi hermana pequeña se durmió y yo me fui hasta mi cuarto con mi taza de té y mi libro, Las reglas del boxeador, que no llevaba mucho que lo había empezado pero me estaba encantando demasiado.
Deje el libro a un costado, cerré mis ojos y en menos de lo esperado ya estaba durmiendo profundamente.
Hola, realmente espero que disfruten de este capitulo.
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Dakota.
RomanceTodos estamos rotos, algunas veces lo demostramos más, y otras lo podemos disimular de mejor forma. Dakota es una chica de 17 años que esta descrubiendo su destino, y en este descubrimiento tendra que pasar momentos de todo tipo, por suerte tiene...