Yo te cuido, sobrina. †Harry Styles†

Capítulo 2

__________'s POV.

—Buenos días. —entro bostezando a la cocina dónde se encuentra mi papá y Marianne.

—Hija –mi padre me muestra una sonrisa cariñosa—. ¿Has dormido bien?.

—Excelente —le sonrío y me giro hacia su reciente esposa—. Buenos días, Marianne. —le beso la mejilla.

—Buenos días, __________ —se levanta de la silla—. ¿Qué quieres de desayunar?.

—Un café y tostadas estaría bien, gracias —le contesto y me siento a un lado de mi padre el cual levanta la mirada de su periódico para sonreírme con adoración y después vuelve a lo que estaba haciendo.

–Oye, ___________, —Marianne me llama la atención pero no me mira—. Luego tenemos que comentarte algo ¿Está bien?.

Frunzo el ceño, confundida.

—¿De qué hablas? ¿Es algo malo?

—Oh, no, cariño —ríe—. No es nada malo, no te preocupes. Luego te enterarás de lo que hablo.

Asiento sin responder y aunque sé que no me vio no voy a hablar, me dejó intrigada y ya quiero saber lo que me quiere decir. Además no me preocupó, Marianne no es una mujer mala, si no todo lo contrario, su dulzura y amabilidad son tan grandes que es capaz de ganar el cariño de una persona en sólo minutos como lo hizo conmigo. La familia Styles es sumamente dulce y cariñosa, Harry también es igual a ella, es dulce y muy amable conmigo por lo que lo tengo catalogado como 'El mejor tío de todos'. Él me mima sin que yo se lo pida, me regala cosas, me hace reír y mucho más, muy pocas personas son como mi tío Harry, algunos son pesados viejos malhumorados y aunque Harry no sea de mi sangre lo quiero como si fuera realmente de mi familia.

A veces puede ser demasiado protector, no le gusta que mis amigos se me acerquen, mi ultimo novio terminó arrancando por las amenazas de Harry y aunque eso me molestó bastante, de igual manera terminaba riéndome.

—Preciosa. —susurran en mi oído y pego un brinco para luego girarme y mirar a Harry quien me observa sonriendo.

—Me has asustado —pongo mis ojos en blanco y me giro dándole la espalda.

—Lo siento —ríe y se sienta a mi lado—. ¿Cómo amaneciste? —Pregunta, examinándome completamente y me recorre un escalofrío.

No es la primera vez que hace eso, siempre lo pillo mirándome más de la cuenta y no me molesta pero si me siento extraña al sentir su mirada penetrante.

—Bien ¿Tú?

—Excelente. —sonríe.

Le devuelvo la sonrisa y le agradezco a Marianne cuando me deja el café y las tostadas a mi frente. Comienzo a comer en silencio y me pierdo en mis pensamientos. Hoy se supone que saldré con Jesús, mi mejor amigo, me ha invitado al parque de diversiones y a dormir a su casa, aunque a veces no es precisamente para dormir, siempre nos terminamos besando y mirando películas, es mi mejor amigo, puedo confiarle las cosas pero no pasamos más allá de besos, aunque una vez terminamos acostándonos por pasarnos de copas pero no hablamos del tema ya que es bastante incómodo, decidimos olvidarlo y hacer como que nada pasó, ahora sólo son algunos besos y nada más, cuando él está enamorado yo lo ayudo y cuando yo estoy enamorada él me ayuda a mí. Nuestra amistad es algo extraña. Jesús es jodidamente atractivo, tiene ojos grises, pelo rubio pero no se crean, es un maldito teñido pero no le queda mal. Tiene un cuerpo de envidia y uno que otros tatuajes y un piercing en la ceja haciéndose ver más sexy aún.

—¡Despierta, niña! —Harry me hace sobresaltar y me río.

—Lo siento, estaba pensando —admito avergonzada y mis mejillas se tornan rosadas.