Cuatro Cuerdas

Capítulo III

Empecé por una sencilla, para calentar los dedos. Seguro que a todos os sonará la canción de Zombie, de The Cranberries.
Una vez detrás de otra hasta que a la cuarta vez me salió perfecta. Y así hice con una canción tras otra.
Toqué The Police, SOAD, algo sencillo de Tool, etc.

-No se te da nada mal, ¿eh? -interrumpió mi madre.

-Me esfuerzo mucho... Aún así, no veo que sea tan buena como debería serlo después de 3 meses tocando... - reproché.

-Toma el tiempo que necesites. Realmente te gusta y algún día serás una reconocida bajista. -Me besó la frente y salió del cuarto cerrando la puerta tras ella, igual que hizo mi hermano.

Así pasaron las horas. Miraba vídeos donde la gente hacía covers de canciones, donde adjuntaban una tablatura y la practicaba día si día también hasta conseguir tocarla bien.
Había canciones en las cuales me frustraba tanto que no quería seguir tocando. De esta manera le cogí manía a muchas canciones, lo cual se me pasó con el tiempo.

Pasados varios días, conseguí acostumbrarme a aquel nuevo bajo. Me acostumbré a su peso, conseguí mantener el brazo donde debía, entre muchas otras cosas. Sentía una fuerte conexión con el instrumento, y eso me hizo ver cierta mejoría en mis movimientos con los dedos, lo que me costaban mucho anteriormente. ¡La práctica hace al maestro!

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¡Buenos días, tardes o noches!
Espero que los esté gustando, aunque también os recomiendo la otra que tengo en proceso: Sucesos.
Es de terror, y tengo muchísimas ideas para continuarla.
Esta novela será más emocional que otra cosa, ¡aviso!
Aquí os dejo un breve capítulo, pero prometo que el siguiente será más largo... ¡Ya está en marcha!
Con cariño,
Rady <3