Desperté llorando, y me preguntaron que si tan malo era lo que había soñado, una pequeña sonrisa se dibujo en mis labios y les dije que no, que había soñado que aun estabas conmigo, que nada malo nos había pasado.
Volvieron a preguntarme por que lloraba si había sido un buen sueño. Y les dije que por que habría dado la vida por que fuera verdad.