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"El Encuentro"Parte2.

Al siguiente día levante muy cansado puesto que me había echado a dormir ya en la madrugada.

Tomé el desayuno, me vestí y salí al colegio.

Ya en la secundaria toco el timbre de entrada y les puedo jurar que fueron las putas 8 horas más largas de mi vida para que suene el de salida.

Pero sonó que es lo importante, no sé qué hacía pero había sido el primero en guardar sus cosas, tomar su maleta y salir.

Claro, todo por ver nuevamente su sonrisa.

Llegué a la parada, arreglé un poco mi imagen y la esperé, la esperé ahí durante tres horas, para mí fueron minutos.

"Si así de efímero es el tiempo cuando de querer algo se trata"

Empezó de la nada a llover y no sentía frío.

Solo pensaba en verla llegar, darle mi abrigo y como si eso no fuera suficiente, abrazarla y susurrarle el primer te quiero.

Pero no llegó, me hubiera quedado a esperarla el resto de mi vida si era posible, pero no llegó esa tarde.

Si no era porqué empezó a anochecer y la lluvia no cesaba no me hubiera ido a casa.

Subí a autobús, tomé asiento y empecé a recuperar la razón nuevamente.

Pensé que no era posible estar así, que me había tragado tanto de alguien que solo había visto un par de veces; que había soñado lo que nunca soñé con nadie y que le había entregado todo de mí sin saber si estaba en las manos correctas.

Es lo que nos pasa ahora a los jóvenes, le damos el arma al que no sabe usarla, le damos el corazón al que no sabe cómo cuidarlo y le damos la vida al que no puede manejar ni la de el mismo.

Y terminan usándonos, pisoteándonos y hasta matándonos.

Bueno pensamientos van y vienen y ella siempre se mantiene, como el olor a tabaco de un adicto o el de alcohol a un borracho....

Entré a casa, me retire la ropa mojada y me eché a dormir, se me había ido el hambre, el tiempo y un poco la vida.

Quise cerrar los ojos y descansar pero ahí estaba de nuevo ella en cada pestañeo, movimiento, en todo.

¿Por qué? Si esta ver no tomé café, pero me había tomado su recuerdo y eso a cualquiera le mantuviera despierto todas las noches de su vida.

Maldita sea, quería dormir y ni el cansancio ayudaba.

Entonces me levanté y empecé a escribirle a ella......

"Eres un sueño, pero no un sueño cualquiera, eres de esos que se hacen con los ojos abiertos. Eres eso que cualquier siego quisiera ver así sea un par de segundos, eres la locura de cualquier cuerdo, pero más que eso, eres la vida que le faltaba a mi espíritu."

Me había enamorado de tan poco que el día en que ella me de todo iba a estar perdido.

Y lloré, lloré de la nada.

Pero bueno, pude concebir el sueño por un par de horas.

Al siguiente día levante un poco más tranquilo y con ganas de salir adelante... Llegué al colegio y todos mis amigos preguntaban: ¿Qué te paso ayer? ¿Por qué estabas tan distraído? ¿Te pasa algo? No, no y no me pasa nada.

Todo el día fueron las mismas y las mismas preguntas que ya me puse a dudar de mí mismo y que no puede ser que algo tan pequeño como lo que me pasó podría joderme tanto así en un par de días.

El día pasó muy rápido y sonó el timbre de salida, tomé mis cosas y caminé lentamente, caminé como si todo estuviera bien; pero no, salí del pasillo y de pronto recordé su nombre y corrí a buscarla.

Quería verla....

Y ahí estaba en la parada del autobús, más hermosa que nunca; con ese peinado que deja al descubierto su cuello que me provocaba comerlo a besos, caricias y suspiros del alma.




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