¿Recuerdas? || °•. YoonMin .•°

Celos...

—Jiminnie, ¿recuerdas esa vez que te pusiste celoso por...
—Sí, sí, lo recuerdo no es necesario humillarme así.

ooooooooooooooo

—Jimin, prestam...

—NO ESTOY CELOSO —exclamó el castaño sin dejar que Hoseok terminara su oración.

—Sólo quería la sal. No es mi culpa que Yoongi no te preste atención —comentó el pelinegro asustado por la reacción del chico a su lado.

Era un día martes como cualquier otro en la escuela de los chicos. La hora de almuerzo llegó rápido, entre risas y bromas un total de seis jóvenes tomaron asiento en el casino y como se pudo notar a la vista de todos, existía un pequeño ser que no compartía la misma felicidad que el resto, menos sin su mejor amigo presente.

Jimin había estado el último mes hundiéndose en celos, debido a que un lindo chico rubio se pasaba todo el día en su celular. El problema no era que le prestara más atención al celular que a él, el problema es que había notado algo extraño en la actitud del chico... Mucha atención, muchas sonrisas, mucho desvelo... Típico síntoma de enamoramiento.

~

—Poupée —Llamó Jimin al rubio.

Estaban sentados en el escritorio del mayor estudiando como todos los martes en las tardes, ya que Yoongi era experto en ciencias y Jimin un fiasco. Sin embargo ese martes había algo diferente, Yoongi miraba su celular cada cinco minutos y eso ponía al menor nervioso e histérico por no saber qué quitaba la atención de su chico... Aunque en el fondo tenía sus sospechas, cosas como una novia, novia secreta, son las opciones que aparecían en su mente constantemente.

—¿Qué pasa Jiminnie? —preguntó dejando su lápiz de lado, mirando la expresión del castaño.

—¿Po-podrías traer galletas? —cuestionó—, Hoy no comí en la hora de almuerzo, y no puedo concentrarme con los ruidos de mi estómago. —Ligeramente avergonzado por los ruido, miró su cuaderno con falso interés.

—Pequeño, sabes que no debes saltarte el almuerzo —regaño el rubio preocupado—. Espera, ya vengo con comida.

—Claro, seguiré con la tarea mientras espero. —Indicó su libro de biología pensando: "Es tu maldita culpa el haberme saltado el almuerzo".

Los minutos pasaban y Yoongi aún no subía a su habitación, olvidó por completo llevar su celular con él, por lo que se resignó y siguió preparando un rico ramen. Por otro lado, en la habitación Jimin moría de curiosidad por saber quién mandaba tantos mensajes a su hyung, y al notar que la pantalla del celular olvidado se iluminó por un nuevo mensaje, lo observó cuidadosamente, cayendo de golpe en su silla completamente pálido.

Bebé hermosa:

Osito, ven a visitarme... Te extraño
:(

Aquel nombre de contacto y el mensaje perforaron en su cabeza al saber que el mayor no utilizaba apodos tiernos. Rápidamente tomó sus cosas y corrió escaleras abajo rumbo a la salida, sin pensar de forma coherente, odiando a Yoongi y a esa persona que tenía su cariño.

Yoongi, al percatarse del ruido generado por las escaleras , y teniendo en cuenta que sólo se encontraban los dos en casa, corrió detrás del chico, alcanzándole antes de que abriera la puerta mientras lo frenaba tomando su brazo.

—Jiminnie, ¿Pasó algo malo? ¿Por qué te vas así? Ni siquiera esperaste la comida —preguntó confundido.

—Sueltame Yoongi. Te odio. —Forcejeó el agarre en su brazo, furioso por sus propios sentimientos encontrados.

—¿Por qué?, ¿qué hice? —Cuestionó asustado por las palabras adversas—, Estábamos bien hace cinco minutos

—¡¿Qué hiciste?! —gritó Jimin con el rostro rojo de rabia— ¿Planeabas decirme que tenías novia algún día?

—¿Qué? No grites, tranquilo —habló con la intención de tranquilizar al chico. Sin embargo, frenó de golpe al analizar las palabras que dijo—. Pequeño, ¿de qué hablas?

—No te hagas el desentendido... Vi el mensaje, "Bebé hermosa" —murmuró—, ¿Por qué no me dijiste?

—Park Jimin, creí haberte hablado sobre no violar la privacidad de las personas —habló con un tono de reproche en su voz.

—Lo siento, yo... —Guardó silencio, evitando que su voz se oyera cortada a causa de las lágrimas, que de forma inconsciente se acumularon en sus ojos por el tono del mayor— Sé que no debo meterme en lo que no me corresponde... Pero no puedo evitarlo si se trata de ti. Necesitaba saber qué te tenía tan distraído, tan feliz... tan lejos de mí —susurró las últimas palabras, bajando la mirada—. Perdón... Estoy actuando como un niño inmaduro.

Yoongi miró atento cada expresión del menor, preocupado por las lágrimas que querían salir de esos hermosos ojos. No dijo nada, se dejó llevar por la cálida sensación en su pecho debido a las palabras que escuchó.

—Yoongi... si esa chica te hace feliz, los apoyaré. No soy nadie para impedir que seas feliz... Actué como un niño egoísta. —Se le escaparon las primeras lágrimas—. Sólo quiero lo mejor para ti.

Antes de que pudiera seguir culpándose, el mayor tomó a Jimin entre sus brazos, envolviéndolo en un cálido abrazo, enterrando su rostro en el cuello del chico.

—Idiota, no hay ninguna novia —murmuró dejando un leve beso en el cuello adverso—, ¿Recuerdas a Yura?

—¿Tu sobrina pequeña? —cuestionó ignorando la corriente eléctrica que recorrió su espalda.

—Sí, la última vez que la viste fue hace cuatro años... El mes pasado fue su cumpleaños número doce y mi hermana le regaló un celular. Desde ese día me manda mensajes para contarme su día y pedirme consejos, porque le gusta un niño de su clase. —Enfocó su vista en Jimin—. Ella es "Bebé hermosa". Sabes que es mi sobrina favorita, pequeño.

El castaño al oír aquello sintió su cara caliente, por lo que supuso que se encontraba totalmente rojo, hasta las orejas. Las palabras se quedaron atrapadas en su garganta y se recriminó mentalmente por actuar de manera tan precipitada.

—El día que tenga novia... o novio, serás el primero en saberlo. Nunca me alejaré de ti, Jiminnie. Eres una de las personas más importantes en mi vida, recuérdalo. Aparte, ¿para qué tener una novia? Soy feliz contigo a mi lado.

—También soy feliz contigo, Poupée —sonrió ampliamente, evitando ponerse más rojo de lo que estaba.

—Entonces... ¿Vamos a comer?

—claro.

Luego del vergonzoso suceso, comieron tranquilos y felices, como siempre que estaban juntos. Para Jimin, el ramen nunca tuvo mejor sabor, ya que no sentía esa amargura de estar perdiendo a la persona que tenía todo su cariño y amor. Sin embargo, las ansias de dar un paso en la relación de "mejores amigos", crecía cada vez más en ambos jóvenes.

ooooooooooooooo

—Dije que no era necesario recordarlo.
—claro que sí, amo tus celos y tú exageración, así como amas mi ramen.

.

Jelou, it's me.
Bueno no. Perdóooon, demoré siglos en actualizar. Me excuso con el instituto y el amorshh, esas dos cosas me tenían el cerebro seco.

Si hay mucha incoherencia escrita, también culpo a mi bloqueo 😢.

Ahora que lo pienso, debe ser horrible para un escritor (lo digo por quienes viven de esto) pasar por bloqueos.

P.D.: Edité los guiones largos.