Parte 5

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Tercer capitulo: Traje de baño

El verano estaba a la vuelta de la esquina, unos meses y todas las playas y piscinas públicas estarían llenas a rebosar de gente y jubilados. Pero Nanami tenía otros planes mucho menos positivos para su sublime verano: Le esperaba un verano de estudio y tareas aburridas en el templo gracias a su pesado familiar zorro.

Que tristeza. Se recostó sobre el pupitre con el alma por los suelos, Ami y Kei la observaban comprensivamente por la desdicha de la jovencita, Ami quería animarla e incluso le había invitado a un fin de semana en la playa para animarla pero la joven parecía estar en otro mundo.
Quizá debería sacar el tema de nuevo un poco más tarde.

-Nanami-chan parece muy decaída-Comento el cuervo durante la hora del almuerzo, Tomoe escucho sus palabras y miro hacia la muchacha quien escuchaba lo que parecía un plan divertido por parte de la chica pelirosada. Había notado un cambio de animo en la joven desde que habían comenzado los exámenes finales.
Las cosas no habían cambiado mucho desde la cita-salida con Himemiko y el momento que compartieron en la habitación de la joven, Nanami le había montado una buena cuando se despertó al día siguiente pero él supo controlar su enfado y las cosas habían seguido un ritmo de peligrosa y latente calma.
Pero los comentarios poco acertados sobre los trabajos en el templo parecían ser el resultado de su bajada de animo.

-No es nada que deba preocuparte cuervo

-Pues pensaba invitarla a un bonito viaje...-Por el rabillo del ojo vio como el aura del kitsune se volvía oscura.

-No te atreverás

-Verás que sí lo haré

Tomoe no se lo iba a permitir. No mientras él fuera su familiar y estuviera "casi decidido" a revelarle a su maestra lo que sentía. Puede que Nanami lo mandase al porche durante días, milenios...quizá. Pero también podía recibir un "bonito" regalo por parte de su querida maestra. Volver a sentir sus labios, rozar su piel tersa y suave como el terciopelo..ella lo tocaría, podía sentir su aliento... !Vale, basta de pensamientos indebidos¡

Se recostó en la mesa, sin perder de vista a Nanami o al sucio cuervo que tenía en mente proponerle un plan a su maestra. Solo quería que la mañana se pasase lo más rápido posible y poder regresar al templo. En cuanto llegara...

La campana que decidió sonar, salvándolo de otro tormento de clases, en aquel instante y con la fuerza que le caracterizaba tomó la mano de su maestra y la sacó de esa cárcel de libros, exámenes y ruidos molestos. Nanami se resistió al principio pero después fue ella quien le apretó la mano, entrelazando sus dedos y poniéndose a su lado, caminando a su lado. Tomoe intentó resistir la tentación de bajar la cabeza y oler el rico perfume del cabello de la Diosa de la Tierra. Obviamente no lo hizo.

-Y fue entonces cuando Kurama nos invitó...-Relataba Nanami y entonces Tomoe volvió a la realidad, se había abstraído en sus estúpidos pensamientos sobre su maestra y lo que más deseaba hacer. ¿Pero que le pasaba? ¿Y cuando ese estúpido cuervo había hablado con ella?-Ami estaba tan feliz...

-¿Ese cuervo os invitó a algún lugar?-Preguntó sin poder evitarlo. Aquella linda sonrisa era dedicada al cuervo y no a él...Le dolió que eso fuera así.

-Sí, el fin de semana. A un ryokan que han abierto nuevo-Tomoe apretó los puños, uno solo-Será divertido y así saldremos un poco del templo.

-¿Sal-dremos?-¿Acasó se refería a todos?

-Claro-Otra vez sonrió y esta vez lo estaba haciendo para él. El corazón del zorro dio un respingo-Verás como te diviertes Tomoe

-Hmm...-Quiso decirle que mientras estuviera a su lado, él se iba a divertir pero de nuevo las palabras murieron en su boca. Se apresuraron a llegar al templo, Tomoe cargó a su maestra hasta su cuarto ya que la joven estaba bastante cansada y dejo que su familiar la alzara en la seguridad de sus brazos. Así, el zorro pudo disfrutar de su calor, de su delicioso olor entrando por todos sus poros y disfrutar del roce de su piel contra la suya, en contraste con la suya, más fría y de una condición diferente a la de Nanami. Aunque a ella eso no la molestase realmente.

Problemas femeninosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora