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012 - ok

Alysson abrió la enorme puerta de la mansión McCourtney y guardó las llaves en su bolsillo, luego se giro para introducir una contraseña en un panel. Había visto estas cosas antes, era un sistema de seguridad de alta tecnología.

Yo cargaba a Jess entre mis brazos, roncaba estruendosamente y su cabello olía vomito, sentía un poco de lástima por la chica. Subimos hasta su habitación, Alysson la introdujo en el baño y pude escuchar el agua cayendo.

Me senté en la cama mientras esperaba.

A lo lejos pude oír su voz.

"¿Dónde estoy?" su gemido era lastimoso a través de la puerta. Silencio, Allie no le iba a responder. "Oh, Allie, gracias al cielo."

Y a pesar de la distancia y las paredes que amortiguaban el ruido era imposible no oír a Jess llorar.

Alysson salió del baño, su cabello y ropas mojadas estaban llenas de jabón, abrió el enorme y ostentoso armario, saco un conjunto de algodón, para luego introducirse en el baño de nuevo.

Espere unos cinco minutos y abrí la puerta, la peliazul estaba terminando de vestir a la rubia, se había dormido de nuevo, así que la ayudé.

 Levante a Jessie y la acosté en su cama.

Alysson suspiró verdaderamente agotada, sin previo aviso se giró para darme la espalda y comenzó a desvestirse. Me fue imposible no mirarla,  sabía que podía sentir mi mirada rastreando cada parte de su cuerpo.

Oh Dios.

Ella era esbelta, pero no como Jessamine o como las modelos que trabajaban para mi madre, su pecho rebotó cuando sacó su blusa y su trasero estaba cubierto por unas simples panties negras.

Se coloco un enorme sweater que le cubrió hasta las rodillas me observó con sus ojos oscuros, eran difíciles de descifrar en este momento, solo pensaba en tirarla en la cama y montarme encima de ella. Al parecer mi expresión me delató, porque sonrió de esa manera tan peculiar, como si el mundo le perteneciera.

Se acercó a mi y me tomó de las manos, estaban heladas, así que apreté su agarre, me guió hasta otra habitación. A juzgar por la manera en la que se movía en aquel lugar y como conocía cada rincón podías concluir que Jessamine había logrado ser amiga de Alysson.

Quizás también era mi amiga, por cual otra razón iría a buscarla, podía dejar que se autodestruyera, ella quería cambiar y necesitaba ayuda, ella vino a mi por ayuda. Lo más sorprendente es que de alguna manera nos arrastro a todos a preocuparnos por ella. Quizás su encanto le conseguía más que unos buenos polvos.

La cama estaba perfecta, supongo que Allie pretendía que debía pasara la noche ahí y la verdad estaba agotado como para conducir a casa.

"Gracias Alysson." Exclame, tome su rostro entre mis manos y besé su frente, ella tembló debajo de mi agarre. "Buenas noches"

-.-.-.-

"¿Desde cuándo no te drogas?"

Medite la respuesta. Siempre tan directa.

"Sabes muy bien que no te delataré Ashton, te lo he dicho un millón de veces."

Asentí, era algún trato profesional o algo así, pero confiaba en ella, más de lo que me gustaba admitir.

"Ocho días y contando."

Ella sonrió muy entusiasmada. "Vaya."

Eso era lo que me gustaba de Mirna, se emocionaba y se conmovía tanto con nuestras vidas, no era otra de esas hipócritas que solo seguían un guion de consulta.