Mi madre me alegro el domingo diciéndome que se quedaría siete días completos, y que luego viajaría a la India.
Estos iban a ser los peores siete días.
Ella y mi padre manejaban una exitosa firma de modelaje, lo que significaba ir de un lado al otro del mundo recorriendo pasarelas, conociendo diseñadores y chicas, muchas chicas desesperadas por conseguir un contrato.
Algunas lo conseguían después de un buen polvo, pero los últimos dos años decidí dejar de hacerlo, mi madre se tomaba su trabajo muy enserio, así que aunque fueran talentosas en la cama no quería decir lo mismo en la pasarela.
Por lo que las chicas recomendadas por mí tendían a ser despedidas, eran imprudentes, desesperadas y en el peor de los casos con problemas alimenticios, mi madre se preocupaba demasiado por sus niñas y procuraba que siempre estuvieran a gusto consigo mismas, sino las mandaba de vuelta a casa recomendadas a un buen terapeuta y un nutricionista, ya que consideraba que la presión del modelaje las estaba consumiendo.
Al menos demostraba preocupación y no las explotaba.
Cuando llegue a casa mi habitación estaba totalmente desordenada, sabía que mi madre había estado aquí en busca de algo inadecuado. Gracias a Dios nunca registraba el baño.
Pase toda la noche acomodándola, cuando terminé estaba extremadamente cansado y me dormí apenas toque mi cama.
"Sr. Ashton" dijo una voz suave, al cabo de unos segundos una luz se extendió por mi rostro incomodándome.
"Joder Becky." Esa era nuestra rutina.
"Nada de joder, levántate, tu madre quiere que desayunes." Dijo lanzándome un par de almohadas, yo gemi y espere a que se retirara para levantarme y meterme en la ducha.
Una vez limpio enrolle una toalla en mi cadera y baje para tomar un poco de café. O dulce aroma, aspire el humo de mi taza y comencé a beber, hasta que sono el timbre.
"¡Becky el timbre!"
"Usted está más cerca de la puerta." Exclamo sin más, sonreí ante lo infantil pero a la vez razonable de su respuesta, ella podía estar aquí para ayudarnos, pero no era nuestra esclava y si era sincero disfrutaba de su compañía, hacia que este infierno de mármol y cristal se sintiera menos frío.
Rodé los ojos y me acerque para abrirla, ahí estaba ella con sus ojos azules radiantes, su cabello rubio brillando por el sol y sus labios rojos como la sangre.
La sonrisa desapareció del rostro de Jessamine cuando me vio húmedo y en una toalla, sus ojos se llenaron de lujuria, nunca me había acostado con ella desde que llegué al instituto, pero al parecer no se la estaba poniendo fácil, sonreí regodeándome.
"¿Se te perdió algo?"
Ella pestañeo reaccionando "Vístete por favor." Susurro bajando las gafas de sol que tenia sobre su cabeza, adquiriendo su típico aspecto presumido. "Sabes muy bien en lo que estoy metida, se un buen amigo, es como si yo te golpeara con un montón de pastillas en la cara cuando decides practicar la abstinencia." Agrego pasándome por un lado, entrando en mi casa sin que la invitara a pasar.
Estaba molesta por mi actitud.
"¿Qué haces aquí?" exclame sin un atisbo de amabilidad, ella se detuvo y se giró.
"Creí que como comenzaríamos a ser amigos, sería bueno contarnos cosas." Dijo bajando sus defensas, yo la mire levantando una ceja. "Vamos Ashton, tenemos diecinueve años y estamos atrapados en el mismo infierno, admitir que necesitamos de alguien con quien contar quizás sea el primer paso para empezar a salir a flote." Ella tenía razón hasta cierto punto, pero tener un amigo como yo o como cualquiera en el instituto podía resultar más dañino ¿no?
"¿Acabas de decir abstinencia?" pregunté al fin dispuesto a oírla, ella no parecía interesada en eso desde que la conocí, pero ¿quién era yo para juzgarla? quizás si Jessie intentaba un cambio y lo lograba, la admiraría del mismo modo en el que lo hago con Michael.
"Si." Asintió "Conocí a un chico en ballet."
No pude evitar reír. "Creo que a menos que tengas bolas no estará interesado en ti."
"No es gay, Ashton." Dijo rodando los ojos "Su hermana es la profesora y perdió una apuesta con ella, por lo que tuvo que ayudarla en la clase."
"Veo que te tomaste tu tiempo para hablar con él."
Ella se sonrojo. "Es amable, inteligente y considerado Ashton, nos vimos después de la clase." Hizo una pausa y sus ojos azules se volvieron algo tristes. "Como te dije tengo diecinueve años y lo único que sé de relaciones es sexo, creo que es tiempo de poner las cartas sobre la mesa si quiero tener una relación estable."
Estaba sorprendido, Jessie hablaba realmente enserio.
Cuando estudias en Hubble oyes a chicos decir que van a mejorar, pero por mas confiados que suenen sabes que es mentira. Pero con Jessie era diferente y lo sabia, hablaba con la misma determinación que Michael cuando se lo propuso.
"¿Entonces nada de sexo hasta que estés con él?"
"Llámame desesperadamente romántica, pero quiero saber lo que se siente hacer el amor, saber lo que se siente amar a alguien, he llegado al punto en mi vida donde quiero obtener cosas más allá del sexo, por más que me guste eso no puede ser lo único relevante ¿no es así?." Agregó, era increíble lo que oía, Jessie parecía haber madurado de la noche a la mañana. Se sentó en uno de los sofás de cuero blanco de mi madre y yo me senté en su preciada mesa de mármol.
"Vaya Jessamine, me alegro que pienses así." Dije honesto, ella me miró a la cara con una sonrisa de agradecimiento.
"Estoy cansada de esperar que Luke me vea como algo más que un juguete sexual y aun así se molestó cuando le dije que vería a Calum después de la clase." Luke era un completo imbécil con Jessie, de eso si estaba seguro.
Cruce mis piernas y comencé a pensar en sus palabras, pero su risita me interrumpió.
"Ashton." Y señalo mi entrepierna, había olvidado que solo llevaba una toalla.
"Oh, lo siento." Dije levantándome, él olor a huevo frito comenzó a invadir la sala, Becky preparaba el desayuno. "¿Tienes hambre Jess?" ella asintió, así que la invite a quedarse, subí para vestirme para luego comer con Becky a quien tuve que explicarle mil veces que Jessamine no era mi novia.
"Nah señorita Becky." Dijo la rubia. "Yo creo que a Ashton le gustan las chicas calladas y yo hablo demasiado" Casi me ahogo con mi jugo de naranja.
"Pero si eres tan linda" dijo Becky, así lucimos todos nosotros, como tiernos e indefensos conejos, cuando en realidad somos lobos, pensé.
"Pero no tengo el cabello azul."
"Basta Jessamine."
"Oh ya entiendo, tranquilo, estaré para ti cuando quieras hablar de ella." Y me guiño un ojo, Becky dio pequeños saltos emocionada, yo solo golpee mi frente con mi mano, Jessamine era increíblemente imprudente y presumida, pero a pesar de todo no era una mala persona, se merecía el romance que buscaba y se merecía un amigo, quizás yo no sería el mejor, pero al menos podría intentarlo.
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Ven como ashi es malo con jessie y despues es un amors y aws feels
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as seen on lsd :: irwin
Teen Fiction"La gente no te escucha, solo espera a que te calles para así poder hablar." [by: isforever4you]