En la acera, muy cerca de ver a la parca, ella ya viene hacia mi;
He me aquí, solo en una acera. En busca de un hogar, deambulando por las calles humanas. Muerto de hambre, raquítico, solo y abandonado. Yo tuve un hogar, pero ese hogar no habia amor real, si existiera no me hubiesen abandonado por llegar a la vejez. Pero de los humanos no hay que fiarse, ellos envejecen y nadie los abandona, pero si un perro lo hace, lo tiran a la calle con la excusa de que ya no sirve o hace estorbo en la casa. Así me pasó, y todo por llegar a ser viejo, un perro viejo que ya no sirve, no sirve y no sirve .
Me dolió eso de mis dueños, de mis amos y mis grandes cuidadores. En fin, esa traición por parte de ellos, fue la gota que inundó el vaso en donde un sinfin de cosas ocurrieron y todo por llegar a los años perros unos que llegarían a su fin, un fin que quería culminar llenos de alegrias y no de penas ni tristezas. Realmente yo quería pasar mis últimos días al lado de esos humanos. Pero he aquí la traición, me botaron como si un saco de basura fuera. Cual siquiera fuera la razón, esto no tiene perdón, un perdón que dudo poder hacer.
Desde que nací, fui un perro muy lindo, tierno y educado. En aquella granja, estaba mi madre y mis otros diez hermanos. Estábamos tranquilos en la hora de comer, mi madre nos daba una mezcla de caricias, lamidas, amor y lo mejor de todo, aquella rica y zuculenta leche, la leche que me nutría y me hacia crecer, crecer como yo quería. Esos días como los extraño pero hay que ponerse en la realidad y aceptarla, tal cual es. Y para mi, no había mejores días como esos días, los días junto a mi madre y mis hermanos, todo iba bien, hasta que llegaron aquellos extraños seres que con la mas complacencia hablaron con la humana, la dueña de mi madre. Ella estaba feliz, pero apenas los vio, mi madre quizo protegernos de aquellos engendros del mal. Aquellos sonrientes angeles de la muerte que buscaban una tierna y linda mascota para su hogar. El estado de ánimo de mi madre, cambió de repente y apenas esa humana fue a tocar a uno de mis hermanos, está correspondió como se debe. Defendió a mi hermano, el cual se fue a ocultarse en ella.
Todos se ocultaban en mi madre, todos menos yo. Como fui el primero en nacer en aquella camada de once perros. Siempre he sido el mas despierto, el mas atento, mas valiente y el mas explorador pues es típico del primer perro nacido. A mi siempre me llamó la atencion todo y en especial, aquella mujer. La mujer que buscaba una buena mascota para su hogar, su amado hogar. Mi madre me llamaba, pero yo de terco, no le preste atención y poco a poco me acerqué a la dama que vestía de rojo, dandole aires de sofisticación, amistad y mucho amor. Me fijé en su envoltorio y tontamente caí en sus amplias, tranquilas y cariñosas manos, las manos de una madre que quiere darle lo mejor para su familia. Y lo mejor para ellos, es un compañero que sea valiente, tierno y fiero, pero fiero ante el enemigo no antes sus dueños. Viendo que aquella mujer me cargaba, los ladridos por parte de mi madre no cesaban. Pero como siempre, los ignore y como todo niño inocente, me deje llevar de la situación y por tanto de aquel lugar, para jamás volver a ver a mi madre, jamás.
-Me llevo este señora,-dice muy contenta aquella humana quien me toma de manera tierna,-Me llevo este por que es valiente, hermoso, tierno y muy entendido.
-Vale, vuelva pronto. Espero que le des mucho amor y calor a este lindo perrito,-le responde aquella dueña de mi madre, quien esta contenta por la elección de aquella otra humana.
-Asi será,-sale con una hermosa sonrisa y se va. Ya en el exterior de la granja, le sonría a esa mujer, la cual me dio un beso y yo le lami la boca. Aun escuchaba los desesperados gritos de mi madre, pero ya era tarde, para cuando los escuché ya estaba dentro de un monstruo de metal, al cual los humanos le dicen auto. Este arrancó, dejando atrás todo, desde la granja, mis hermanos, mi mamá y la vida en aquel tranquilo lugar.
ESTÁS LEYENDO
Cuentos tristes de un escritor en soledad.
Historia CortaEstas son recopilaciones de pequeñas sustanciosas, tristes, melancólicas y solitarias historias que de seguro te harán llorar y si no.... te hara sentir algo de melancolía... espero que la disfrutes... y espero que tengas corazón...saludos.