.:: La creatura ::.

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Nini: Perdon por no actualizarla antes, pero es que, adivinen quien no tenia inspiración, sí. Yo :c lamento no haber subido nada de este fic, en serio, porque yo quería terminarlo antes pero pues.. veces la vida nos da vueltas de tuerca inesperadas. Gracias a todos los que me apoyan con la historia, y a los que me han leído alguna vez.¡Gracias a todos! Feliz navidad y año nuevo, los peores deseos para ustedes. Sin más que decir, aquí esta el cap de hoy.

Capítulo 3

La creatura.

Stiles sufre.

Oh como sufre.

Se revuelve el pelo constantemente y se lo tira, de manera que cuando se bañe, este se caiga del estrés. Seguramente quedara calvo a edad temprana y tendrá que ponerse una peluca para ocultarlo. Pero será una peluca hecha con el pelo que Allison se corte mensualmente, para así poder tener una hecha con cabello de verdad y poder peinarla con gel. Al menos así tendrá ese estilo desordenado que ha estado teniendo hace unos meses.

Probablemente también se compre maquillaje para ocultar las ojeras que le aparecieron por no dormir y estar pegado al ordenador.

Pero no puede dormir, porque, demonios, cada vez que pega un ojo sueña con él. Con la persona que se ha convertido en el innombrable. Con alguien cuyo nombre es peor que Voldemort. Y...

—Derek quiere que nos reunamos en el Loft.

Y del que obviamente Scott no sabe nada.

Se gira para ver a su mejor amigo, quien le observa de igual manera desde la puerta de su habitación. Stiles bufa, con fastidio evidente enmarcado en sus facciones, y toma su sudadera de color rojo antes de dirigirse a la puerta. Pasa de largo de Scott, quien le mira sin comprender absolutamente nada, y baja las escaleras hacia la puerta, pensando que su día ya es bastante malo para tener que ir a la casa de tu-ya-sabes-quien-y-no-es-Voldy por asuntos de la manada. Piensa que ya está bastante molesto, y que ni siquiera es mediodía.

Los peldaños de madera rechinan bajo el poco peso de Stiles, y tiende a fruncir el ceño cuando se encuentra con Isaac, Lydia y Allison en la puerta, esperando pacientemente a que bajen. La pelirroja arquea una ceja en su dirección, mientras que la cazadora de la manada sonríe un poco. Stiles no pude sonreír aunque lo intente. No tiene suficiente energía y tampoco la motivación.

—Stiles—escucha la voz de Scott desde arriba de las escaleras, y aunque sabe que probablemente por su culpa tenga otro problema que resolver mientras se dirigen al Loft, voltea.

—¿Qué? —pregunta ante la sonrisa divertida que su amigo le dirige y este solo sube su mano, la cual sostiene algo.

Unos zapatos.

Oh...

—No tienes zapatos.

Y el día empieza bien.

.

Scott sabe que Stiles no está bien.

Siente la molestia venir de cada parte de su cuerpo mientras están de camino al Loft, y no solo se debe a que, otra vez, han acudido a él para resolver un misterio supernatural. Sabe que, si bien su amigo no le agrada ser el detective personal de la manada, no es por ello que está molesto. Scott acepta que él puede ser despistado, pero lo que si conoce con total precisión, es a Stiles.

Porque Stiles ha convivido con él desde hace años, se ha quedado a dormir en su casa como si fuera su segundo hogar—que, de hecho, ese era el caso— y su madre lo trata como a un hijo más. Y Scott, bueno, él puede actuar de la misma manera con el Sheriff.

La Pregunta del Millón de Dólares || SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora