La Pregunta del Millón de Dólares || Sterek

.:: De Edward a Jacob ::.

Nini: ¡Actualización y nueva portada! Perdonen la tardanza... 

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Stiles no hiperventila, y no porque no haya querido, al contrario, Derek le frunce el ceño una vez que está frente al camaro, de esa manera que de inmediato hace que su cuerpo se congele una milésima de segundo.

—Vine por ti—dice con la voz profunda de quién no está acostumbrado a levantarse temprano un lunes, y Stiles se encuentra sonriendo con ironía.

—Puedo verlo—comenta divertido.

Probablemente, si hubiera sido otra persona y no Stiles Stillinski, el hiperactivo que puede cambiar sus pensamientos tan rápido y sencillo como parpadear involuntariamente; justo ahora estuviera muy incomodo, demasiado, porque el recuerdo de la noche anterior sigue fresco en su cabeza, no obstante agradece a todos los dioses que estén escuchándole el que no se pueda concentrar más de cinco minutos en lo mismo.

Derek solo hace una mueca, apretando los labios, y aunque le mira de arriba a abajo como si esperara algo, termina por asentir, dándose la vuelta y entrando en el camaro. Stiles no tiene que preguntar, entrando por la puerta del copiloto y abrochándose el cinturón de seguridad.

—Bien—dice—. Puedes arrancar cuando quieras—Derek le envía una mirada de reojo con molestia, pero enciende el coche igualmente y conduce por la familiar calle del vecindario—. ¿Sabes? Pensé que... Pensé que Scott sería el encargado de cuidarme.

Ok, de acuerdo, que Stiles no quiere hablar sobre el día anterior por nada del mundo, porque la vergüenza que seguramente tendrá si lo hace podría causar un accidente (uno nunca sabe con los lobitos con súper olfato), pero tampoco quiere quedarse en silencio.

Escucha como Derek suelta un gruñido con algo que parece ser una respuesta.

—Él está hablando con Deaton.

—Oh.

Y de ahí vuelven a estar en silencio.

Stiles mueve la pierna de arriba a abajo, sus dedos crispándose en su jean y su mirada recorriendo el paisaje de fuera, toda su concentración enfocada en no parecer incomodo. Si tan solo encendiera el radio...

Una mano toma su muslo, y podría ser considerado una caricia que haría a Stiles brincar de emoción y mariposas volar en sus venas (porque no importe cuantas personas lo digan, el estomago no es el único lugar en donde se alojan esos bichos cuando te enamoras (no que él esté enamorado, claro que no, solo... Está engatusado. Si, eso, engatusado)

Su mirada se gira a Derek, quien tiene el ceño fruncido, y la mano aprieta su pierna con fuerza y sin cuidado, y aunque no es lo suficiente para hacerle daño, si lo es para dejar clara sus intenciones para nada románticas.

—Deja de moverte.

—Bueno, dejaría de moverme si tan solo alguien, no voy a decir quién porque es bastante obvio, hablara. O encendiera el radio. O soltara gruñidos. Porque todo es mejor a estar en silencio encerrado en un coche que—se fija mejor en el camino, y tiene que sonreír irónicamente—, ¡sorpresa! No va hacia la escuela. ¿Qué? ¿Piensas que no estoy imaginando que me llevas a mi futura muerte? ¿Qué no estás aprovechando esto de los vampiros para eliminarme por fin sin que Scott sospeche? Porque sinceramente yo...

—¿Por qué querría matarte?—Derek interrumpe, y aunque la voz está acompañada de cierta incredulidad que dice "idiota", no parece para nada ofendido por la insinuación.

Y tampoco parece culpable, o como si quisiera desmentir que van hacia la escuela y solo tomo un atajo. Un atajo por el bosque, pero uno al fin y al cabo.