Realidad cruel

130 23 21
                                    

Mi vida comenzó un extraño 29 de febrero 1996 a las 0:00 horas exactas. Hacía frío y estaba nevando en el norte de la Península Ibérica, extraño para la fecha. Cuando vi la luz por primera vez parpadeaba mucho y entrecerraba los ojos, tuvieron que bajar la intensidad de la luz para que no me molestara. Tenían que dejarme a oscuras en la habitación, y era cuando más me movía. Lloraba y me quejaba siempre por el día, sobretodo cuando entraba la luz del sol. Mi piel era completamente blanca, mi pelo era negro y sin ningún brillo en él, ninguna luz lo traspasaba, y mis ojos eran rojo sangre con un círculo negro alrededor del iris. Y, además me llamaron Dadlam. Eso marcó mi vida, todos sabían que no iba a ser una chica normal.

A mis 2 años y medio andaba con normalidad y no era capaz de hablar aún a mis 5 años; mis padres cada vez estaban más preocupados de que fuese hija de algún demonio o de algo maligno. Además, tampoco socializaba demasiado y cuando alguien me molestaba le pegaba. Me llevaba mal con todos los profesores excepto con uno que fue a prisión antes de ejercer su profesión. Este profesor, llamado Fleuretty, fue como un padre para mi y mi mejor amigo, me aconsejaba y me ayudaba con cualquier asunto. Aún así, me llevaron más tarde a una escuela especial en la que había niños como yo, pero yo seguía siendo demasiado diferente, así que me educaron en casa. Llamaron al profesor Fleuretty para que les ayudase y era la única persona a la que yo quería ver.

A los 10 años comencé a hablar como si lo hubiese hecho siempre, solo que no tenía nunca con quién hablar. Conseguí hacerme amiga de un chico llamado Gorson, a quien no le importaba que le enseñase mis secretos, es más, le gustaba, decía que yo era increíble y que le gustaba. Mis secretos... al principio me molestaba tenerlos con mis padres, pero poco a poco empecé a tener más y más secretos, y llegó un punto en el que sólo se lo podía enseñar a Gorson.

A los 12 años empezó mi primer periodo el día de mi cumpleaños. Me asusté porque sangraba demasiado, era muchísima sangre, y estuve así una semana completa. Adelgacé más de la cuenta y parecía un muerto. No sé si fue porque expulsé casi toda mi sangre o porque soy muy delgada y bajita. Al menos, cuando necesitaba que alguien me sostuviese, tenía a Gorson.

Luego, a los 15, estuve a punto de matar a un chico que me rechazó, así que ya no quiero encontrar el 'amor', para mi no existe. Gorson se puso en medio para que parase de pegarle porque ya estaba sangrando.

En mi mayoría de edad apenas me desarrollé, seguía siendo igual de bajita, el pecho seguía igual de pequeño y el pelo me creció bastante, pero tenía unos instintos distintos a los de la gente normal. Quería ver a alguna gente muerta, quería que sufriesen, quería pelear todo el tiempo con las chicas que me insultaban y deseaba volar hacia el centro de la tierra y los infiernos.

Por todo eso, ahora, a mis 19 años, mis padres no me tienen el cariño de antes y mi vida está vacía, siento que necesito algo más. No me encuentro bien aquí, no es mi sitio, pero... ¿adónde debo ir?

De Otro MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora