Aun estando un poco desorientado y con un fuerte dolor de cabeza, empezó a andar.
Abrió aquella puerta que le llevaba hacia aquellas escaleras largas y oscuras. Tenia miedo, pero aun así comenzó a bajar aquellas escaleras.
Llegó al piso de abajo y se dio cuenta de que no estaba solo, pues una voz desconcertante se oía a lo lejos de aquel pasillo. - ¿Hay alguien? - preguntó pero nadie contestaba. Entonces de repente un escalofrío recorrió su cuerpo. Tenia la sensación de que había alguien detrás suya. Entonces se armo de valor y miró hacia atrás, pero no había nadie. - Me estoy volviendo loco - dijo mientras volvía a girar la cabeza. Pero de repente escuchó una voz que procedía de una de las habitaciones de aquel pasillo. Era la voz de una niña pequeña. Estaba cantando una canción.