capítulo 2

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Pasaron los meses y pudimos salir como antes teníamos hacerlo como amigos; yo siempre estaba con ellos pero no era lo mismo sin fer.
Liz aveces era un poco torpe y hacia cosas imprudentes...

-Sabes, te quiero tal y como eres pero aveces pienso que necesitas clases de modales aveces hasta das pena ajena.-

-¿Desde cuando te volviste tan"propia"? Si tu eres la persona más pelada y naca que conozco.- Rio de mi

-Bueno pero me se comportar- dije un poco amanerada

-A mi que me importa si doy pena ajena, no le hago mal a nadie y me siento feliz, al final eso es lo que cuenta, disfrutar de lo que hago-

-Bueno pero aunque sea no me metas en tus cosas arriesgadas.-

-¿Arriesgadas? ¿De donde sacas que subirse a un carrito del super y chocar contra el vidrio de una tienda es arriesgado? Jaja una cosa es que seas muuuuy penosa y otra es hacer cosas peligrosas.-

-No es mi culpa ser asi.-

-Claro que si, no disfrutas muchos de nuestros momentos juntas por tener pena.-

-pero aún asi nos la pasamos genial.-

-Pues si, es divertido ver tu cara cuando te da vergüenza algo.-

-¡Ay callate!- le di un golpe en el brazo mientras se burlaba de mi- al menos pienso en lo que podria pasar si me equivoco.-

-¡Pero eso es lo malo!, no siempre debes pensar y pensar, hay veces en las que solo debes dejarte llevar, claro que hay razonar, pero no puedes ir por ahi siempre tratando de no equivocarte, a mi siempre me vas a agradar te equivoques o no.-

-Lo se- agache la cabeza -pero es que no lo...

-¡Si lo puedes hacer! Y te prometo que siempre estaré a tu lado como siempre lo he estado-

Alce mi cabeza, me sonrió y la abracé.

Ese mismo dia Liz al llegar a su casa tenia las compras de la despensa, la bolsa se rompió y un muchacho le ofrecio su ayuda.

-Oh, permítame ayudarle señorita-

- Gracias- le repondio Liz con una gran sonrisa- permiso-

-¡Espere! Permítanme ayudarle a llevar todo esto hasta su casa-

-De verdad yo puedo sola-

-No es bueno ser tan orgullosa, deja que te ayude-

-Esta bien- le respondió Liz accediendo a su petición.

Abrió la puerta de su hogar y el hombre entró

-Dejare esto en su cocina-

Cuando el entro a la casa, su cara de gentileza desapareció y cerro la puerta...
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Veo a Liz corriendo hacia mi casa en bata de baño llorando.

-¿Qué te pasa Liz?-
-¡Por favor no preguntes y dame el teléfono de la Policía!-dijo ente lágrimas

-primero calmate y dime que pasó-
Comenzó a llorar aún más y la tomé en mis brazos
-Un tipo, parecia ser amable conmigo cuando se me cayeron algunas cosas en la calle, me ofreció su ayuda, la segunda vez no accedi a su ayuda, pero no queria parecer muy orgullosa y lo deje, despues entró a mi casa y ...-
Se quedo callada y giro su cabeza para encontrarme con un mar de lágrimas a punto de salir de sus ojos.

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