Capítulo 4°.

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-me da gusto oírte John pero, ¿Co conseguiste mi número? - en mi rostro se notaba un poco de sorpresa sin embargo la emoción llego a mi, pidió mi numero repetía en mi cabeza.
-Se lo pedí a kevin, ¿te molesta? - su seguridad atrás de el teléfono había desaparecido, sin embargo tenia un poco de esperanza.
-No, para nada- dije con una sonrisa torcida, la llamada transcurio durante unos minutos mientras recorría todo el cuarto, no sabía que estaba haciendo,pero me divertía las estupideces que día.
-Tengo que dejarte, mi mama acaba de llegar, me agrado platicar contigo, ¿te veré en el partido mañana, cierto? - dijo sonriendo detras del teléfono
-igualmente, claro ahí estaré-, estaba más colorada que cuando lo había visto la primera vez en persona, ¿porque me sucedía esto a mi? Era tan extraño todo pero no dudaba en que me agradaba este chico.
-esta bien, bonita noche descansa, te veo mañana- respiro fondo al terminar su frase y me limite a contestar- si, adiós, buena noche- sonrei en cuanto corte la llamada, me sorprendida el porque de su llamada, no sabia mucho de el pero empezaba a creer que no era lo que todos pensaban, un jugador de basquetbol engreído que no tenia ningún sentimiento.

En el gimnasio no cabía ni una persona, las porras sonaban al ritmo de los tambores de la banda antes de que salieran los jugadores, no hubiese encontrado un asiento si kevin no hubiese ido quince minutos antes, revisaba las gradas en busca de mis amigos cuando vi a Paola sucediendo las manos para que me dirigiera dos gradas arriba de la banda donde estaría Johnson.

-Espera- dijo una voz femenina detrás de mi, mientras me tomaba del brazo, me voltee con sorpresa ante la chica. Para mi gran sorpresa era katherine la chica más odiosa de toda la escuela, ya sabrán como es, alta, delgada, pelirroja y hermosa, pero era la perra mas maldita de toda la escuela, esa que te hará la vida imposible aunque parezca que te ama y más si eres latina como yo lo soy.
-¿Te cometo John, sobre nosotros?- pareció mas una advertencia por todos las señas que hacia y ademanes.- la verdad no me importa te lo dire yo, el es mio comprenderás que tu no eres nadie a comparación mio y si valoras tu vida social deja de estar de perra con mi chico-

Mis ojos rodearon ante su función infantil que habia hecho, ¿en serio habían regresado? Esto era raro yo solo venía a ver a un compañero jugar no veía lo malo en ello, asi que me dirigí a mi asiento a lado de kevin antes de que comenzara el partido.

El partido fue tensión y emoción pura, no se porque no habia venido en mucho tiempo, terminando el partido me dirigí hacia la salida cruzamos la cancha.
-veniste- dijo colocandose enfrente de mi.

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