Tercer acto.

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En las calles hacia mucho frío, la gente prefería estar dentro de sus casas o en algún lugar calientes, con sus familias disfrutando.

Pero no todo es tan bello.

Niall vio como un vagabundo entraba al café, aveces no era por que el quisiera, pero tenia malas experiencias con las personas de la calle que se metían a su local.

Niall: Lo siento señor, no puede quedarse.

Empezó a sacarlo, el señor se resistía un poco, el sabia que no aguantaría tanto tiempo allá afuera con las calles congelando cada parte de su ser.

Harry: No Niall! -ambos voltearon a verlo.- deja que se quede, por favor.

Aparte de tener voz de ángel, también tenia un alma y corazón de oro.

Harry conocía a aquel señor, siempre lo veía fuera de la cafetería y si no mal recordaba se llamaba Richard.

Niall: Harry... tu sabes...

Harry: Por favor. Yo... yo le invito algo de comer. Si?

Su amigo rubio suspiró. Asintió y le dedico una sonrisa de disculpa a Richard, quien, impresionado por la actitud de Harry se sentó a la barra.

Niall: Eres aveces muy amable. Lo sabias?

Harry: Si -rió.- ya me lo habían dicho.

El chico sonrió para después meterse a la cocina.

El ruloso atendió a Richard como pudo, le dio de comer pero nunca se dirijieron la palabra.

Llevaba unos pedidos, dejó una sopa al lado de Richard y este lo vio como si fuera un ángel.

Richard: G-gracias.

Harry: No tiene por que agradecer. -sonrió.-

El hombre pudo ver como el ojiverde pasaba al lado de la mesa de aquel chico que una vez le dio una buena cantidad de dinero, sonrió al notar que Harry no le quitaba los ojos de encima, veía cada movimiento que hacia el ojiazul y su compañero, vio como quiso acercarse y luego, algo nervioso volvió casi corriendo a la cocina.

Miró al ojiazul una vez mas, tanto el, como su amigo se comunicaban por señas.

»»»

El chico se había ido, otra ocasión mas que se le iba de las manos a Harry para poder acercarse y hablarle.

Estaba lavando unos trastes, algo triste por lo ocurrido cuando se percató que en el lugar donde había estado Richard, debajo de el plato de sopa se encontraba un bulto.

Quitó el plato y se dio cuenta de que era un libro, algo maltratado. Volteo para todos lados pero Richard ya no estaba.

Volvió a ver el libro y algo llamo mucho su atención.

'Comunicarse a través de señas'

Harry sonrió.

Hay momentos en la vida en los que necesitamos un poco de ayuda.

»»»

No podía dejar de leer aquel libro, primero empezó aprendiendo lo básico, y pronto fue subiendo de dificultad, la verdad era que había algo que lo estaba ayudando a recordar todas aquellas señas.

Martes.

Harry se quedó dormido en la cafetería mientras seguía practicando señas.

Al despertar se encontró con Niall sirviéndole una taza de té.

Harry: Perdón.

Niall: No te preocupes, no tienes por que disculparte.

El ruloso se tallo los ojos.

I Want To Write You A Song.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora