Historias para soñar

Capítulo 8: ¿Qué pasó?

Despierto en la mañana siguiente, Bella estaba tumbada a mi lado durmiendo plácidamente, como si todo fuera normal a nuestro alrededor.

Hago un esfuerzo por no despertarla cuando me levanto para ir hacia la ducha. Abro el grifo y dejo que el agua caiga sobre mí para que termine de despertarme, para que se lleve todo, que arrastre los malos pensamientos. Ya me había aclarado pero no quería salir de ahí, quería conservar aquel instante así que me senté en la bañera para reflexionar. 

Recuerdo que fui al instituto, como había hecho desde que llevé, recuerdo un momento de cabreo, recuerdo que se me pasó al instante, era por Emmett, me sentía tan segura a su lado.

Recuerdo que eché valor y decidí hablar con él, que nos sinceramos y dijimos la verdad.

Recuerdo que me acompañó a casa y que me besó... Él me besó... Acaricio mis labios pensando en los suyos, en el roce de ambos.

Cuando bajé a desayunar estaban Charlie, Billy y Jacob en la cocina, pareciera que me estaban mirando con su cara de desaprobación. Entiendo que Charlie estuviera molesto, debían de haberle llamado para informarle de que falté a clase.

-No creo que deba decirte nada, eres mayor y responsable de tus actos.-El silencio de un padre era la peor de las broncas.

-Con quien sí te interesa es con quién habrá estado mientras no estaba en clase.- Jacob era tan inoportuno como recordaba.

-¿Hay algo que no me hayas dicho? Creí que no te interesaba ningún chico del pueblo.

-Y no me interesa ninguno -mentí- pero aunque lo hiciera no creo que le importe a Jake con quién ando o con quién dejo de andar puesto que no es problema suyo, y lo siento, no volveré a faltar a clase.

Sé que no le satisfizo la respuesta que le di pero no podía explicarle cuál era el motivo de mi falta. Mi abuela siempre nos dijo que había un acuerdo tácito entre todas las criaturas sobrenaturales por el cual no debían enterarse los humanos. Caí en la reacción de Jake cuando vinimos y le preguntamos por los Cullen, la misma cara de ahora. Estaba segura de que él y su padre sabían mas que los mortales... ¿Y si ellos tampoco eran lo que parecían? Al fin y al cabo aquí nada es lo que quieren que creas. 

No quería darle más vueltas a eso, al menos no ahora, no quería saturarme en sólo dos días. Cuando Bella y yo estábamos listas para salir e irnos en el Chevrolet que Charlie la regaló al venir vi que había un coche de gama alta aparcado delante de casa. El coche me era vagamente familiar, debía de haberle visto en el instituto. 

-¿Ese no es el coche de los Cullen?- Preguntó Bella.

Vi como sus ojos se disparaban para mirar hacia otro lado, estaba segura de que era por Edward.

-Hey, ¿qué pasa amo?- Emmett se plantó en un segundo enfrente mía. ¿Cómo que amor?

Me dio un beso rápido en la boca sin darme tiempo a reaccionar, como estuviera Charlie mirando no tardaría en salir a dispararle.

-¡Vamos! ¿A qué esperáis?- Nos guiñó el ojo. Pude ver a Edward dentro del coche, además había otra pareja dentro del coche. Debían de ser los otros dos hermanos adoptivos, ella era una chica de cara risueña y él todo lo contrario, pero se les veía bien juntos.

El coche era de cinco plazas así que me senté encima de Bella, que aún tenía la misma cara de"hay algo que no me has contado"que puso la primera vez que me vio besando a un chico en primaria.

El día pasó con normalidad, si se le puede llamar a esto normalidad, al igual que la siguiente semana. Edward y Bella hablaban más a menudo, aunque entre medias había escenas incómodas como en la excursión al botánico o en la cafetería, es como si él pretendiera mantener una amistad normal con ella pero tuviera miedo de hacerla daño, o de que si se enterara de qué era ella se asustara y se fuera.

Por supuesto yo no le dije nada de qué eran los Cullen a Bella, ella ni si quiera creía en las visiones de mi abuela y todo el tema de los ángeles, creía que eran mitos o leyendas que carecían de sentido pero que mantenían viva a mi abuela. Sin embargo sospechaba algo, aunque no me lo dijera, pero yo lo sabía, había notado lo mismo que yo noté en su momento: el tacto frío, el color de ojos que con el tiempo vimos que cambiaban de negro a dorada y de dorado a negro...

Últimamente pasaba mucho tiempo con Emmett, más que antes, era distinto porque estábamos en ese momento que no se sabe si es sólo una amistad buena o el inicio de una relación, pero estaba ahí y era lo que importaba. 

-¿Quieres venir a mi casa el viernes, a conocer a mi familia? Puedes avisar a Bella.- Preguntó sonriendo, él también sabía que había tensión entre nuestros hermano, lo cual era de supone

-¿No es un poco pronto? Osea no sé, es un poco precipitado...- Reí, pero en realidad sí era algo incómodo. 

-Una casa llena de vampiros vegetarianos conociendo a un ángel... No sé qué hay de precipitado en ello.