Capítulo 4: Primer día de clase

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-Despierta cariño- Maldita sea, ¿ya era por la mañana?- tienes que ir al instituto.

Me levante torpemente de la cama y me dirigí al baño, ¿por qué Charlie no había avisado a Bella para que se levantara también? A mí también me gustaría dormir aunque fueran tres minutos mas. Podría haberle hecho pucheritos para que me dejará un poco mas, de pequeña siempre me funcionaba. 

Me miro al espejo, trató de cepillarmelo inutilmente, ¿cómo me puedo levantar con estas pintas? Podría haberme movido mientras dormía pero tampoco sobraba espacio donde moverse, especialmente. 

Tras tomarme mi tiempo en el baño, y tener una pinta decente al menos, baje a desayunar. Charlie había preparado huevos fritos con bacon, tan típico de mi padre, es de las pocas cosas que sabe hacer en la cocina.

-¿Qué tal habéis dormido?-Preguntó Charlie mientras ojeaba el periódico.

-Bien- Mentí, no paraba de recordar la cara de mi madre en el aeropuerto, pero sabía que esto era lo mejor para todos.

-Bien, oye papá, ¿compraste los libros?-Bella intentó sonar convincente, sé que no estaba especialmente ansiosa por ir al insituto de Forks- El de los dos cursos.

Cierto, Bella y yo no ibamos a la misma clase, ella me sacaba un año y pico, aunque por estatura y mentalidad siempre pareciamos de la misma edad, desde pequeñas. Al menos me evitaba que me pasará su ropa vieja, como en todas las familias.

-Sí, ¿no deberíais salir ya?-Sonrió, en el fondo le gustaba que estuvieramos aquí, debajo de su fachada de tío duro.

Cogimos las mochilas y Charlie nos acompaño al porche, vaya, el coche nuevo, no lo recordaba. A mucha gente le habría parecido un montón de chatarra, pero me encantaba, era mi montón de chatarra. 

Al montarnos en los asientos, recordé apenas unas doce horas él estaba aquí sentado, con nosotras. Jake.

Empecé a sonrojarme, me subí la cremallera de la chaqueta y traté de disimularlo, Bella se había dado cuenta, no es tonta, asique empezó la conversación apenas unos metros de arrancar el coche.

-Bonito coche eh, ha sido un bonito detalle- Comentó- Y que pena que Jake vaya al instituto de la reserva, ayer se lo pregunté, estuvimos hablando un rato, pero tu estabas en tu mundo. También me pidió tu número de telefono, le gustaste.

¿¡QUÉ!? Mi cara debía de ser todo un poema.

-Relajate, tranquila, era solo una broma.

-¿Sabes que te odio, no?-No pude evitar reírme, a pesar de lo tímida que era Bella con la gente, luego era una vacilona.

-Sabes que me quieres ts-Me corrigió

El resto del camino transcurrió en una conversación normal, nada de Jake, haber hasta cuando.

Nada mas entrar en el aparcamiento, todas las miradas se centraron en nuestro coche. ¿Hola? ¿Cotillas? No, que va.

Al aparcar oí a un chico

-Bonito cacharro- Sonrió

-Sé que tienes envidia, quizás algún día te deje dar una vuelta- Espeté, no podía aguantar a los gilipollas.

Nos despedimos a la entrada del instituto, ella empezó a buscar su aula cuando ví que se le acercó un chico sonriendo, con el pelo largo. Empecé a buscar mi aula.

Cuando entré, ya habían empezados las clases, me había costado encontrarlo, este instituto era mucho mas grande al que estaba acostumbrada en España. Me disculpé y el profesor me mandó sentarme en la única mesa que quedaba libre, al lado de un chico con una costitución muy fuerte, la piel pálida y los ojos dorados.

-Hola, me llamo Emmett Cullen.

-Encantada- Sonreí, me alegré de que no fuera otra flipado como los del aparcamiento.

-He visto el corte que le has dado al chaval de antes, al fin alguien que no le baila el agua a esos cara duras-AL FIN ALGUIEN COMO YO. No pude evitar reírme, el profesor de historia nos mandó callar.

Durante el resto de las clases estuvimos hablando en voz baja, para evitar otra reprimenda, el chico era muy majo, me dijo que se había mudado a Forks hace poco con su familia de acojida, y me preguntó que cómo que había venido yo desde España hasta aquí, asique le respondí parcialmente, no me apetecía contar media vida ahora mismo.

Sonó la campana, las clases habían acabado asique recogí mis cosas y fuí en busca de mi hermana. Madre mía, me encontré a mi hermana despidiendose de un chico de tez pálida y pelo castaño, era sorprentemente guapo.

Durante el viaje a casa estuve haciendola de rabiar con ese chico, para que vea lo que molesta, como ella me hace con Jake. Me encantaba verla sonreír, no solía socializarse con mucha gente en el instituto, a pesar de que siempre ha habido muchos interesados en ella, pero nunca hizo intento de seguirles el juego.

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