Todo se desmorona tan fácil. Tan sencillo como romper el cristal de un espejo. Descuartizar el reflejo de una bella imagen, de una imagen que creías conocer. Que sentías tan familiar a ti, tan ajena a uno mismo. Y ahora simplemente se esfuma y desvanece con el viento. Pude haber hecho tantas cosas. No solo yo, todos pudimos haber hecho tantas cosas para evitarlo. Pero no lo veía venir. Hermana, no sabes cuánto lo siento.
1
Hoy será un mal día. Es otro de esos días de nuevo. Lo sé porque ayer mamá y Walter no pararon de pelear hasta las 3:25 de la madrugada. Lo sé porque hoy inicia la semana de exámenes semestrales en mi escuela. Y lo sé porque simplemente lo siento así. Me suele pasar, a todos nos suele pasar, simplemente un día despiertas con la cruda corazonada de que algo saldrá mal, terriblemente mal.
Me levanto mínimo 10 segundos antes de que suene mi alarma todos los días de la semana en los que asisto al colegio, es decir, de lunes a viernes. Es algo sincronizado, una costumbre que tiene mi cerebro de ponerme en alerta para escuchar mi alarma, que irónico. Odio la puta alarma. Suena como sirenas de ambulancia. Ruidosa y constante. Había decidido cambiar el sonido preestablecido de la alarma de mi celular por una canción que me gustara, pero sabía que poco a poco la empezaría a odiar y prefería odiar un sonido que no escucharía más que como alarma que una canción que escuchara seguidamente. La programe a las 7:00, ya que asisto a clases a las 8:00 horas. Me levanto con los ánimos decaídos, siempre con los ojos cerrados, moviéndome como invidente a tientas por mi habitación para alcanzar mi reloj alarma al otro lado de mi habitación y darle una serie de golpes sobre él hasta dar en el blanco y callar el maldito sonido. Lo logro tras unos 4 golpes. Me quedo quieta unos segundos en el oscuro ambiente de mi dormitorio intentando abrir los ojos, y permitir a mis ojos acostumbrarse a la falta de luz para no tener que encender la incandescente bombilla de mi recamara.
Mi habitación es un cuarto de 12' por 14', con una gran ventana en el muro trasero, el suelo era una amplia alfombra, pero la quitamos y en su lugar cambiamos la duela y pusimos madera de abedul muy claro, la pared trasera, delantera y la izquierda son de color blanco, mientras que la lateral derecha es de tono gris oscuro. Una alfombra de nylon estilo Friezé color plata cubre un espacio del centro de la habitación. Pegado al muro derecho hay un escritorio con una iMac y una pila de libros acompañándola a un lado, junto con una lámpara para leer color amarillo sol (en tono mostaza) que hace juego con el tablero de corcho colgado detrás del escritorio con fotografías y distintas notas adhesivas del mismo color amarillo. La silla del escritorio era una vieja silla acolchada con tela color azul turquesa muy opaco al estilo Chesterfield. Al otro lado de la pared pegamos dos posters: uno de Rear Window donde en la parte superior se muestra a James Stewart sujetando su cámara y mirando de reojo a su lado, y debajo a Grace Kelly acostada sobre su lado izquierdo recargándose sobre su brazo; y el otro de Marlon Brando en la década de los 50's. En la otra pared colgaban tres portarretratos: el primero una fotografía vieja de toda la familia con mi papá, al centro una orquídea prensada sobre un papel de acuarela blanco, y al final una fotografía de mí y Summer. Que, por cierto, sigue dormida en la cama matrimonial de sábanas blancas, y cobertores y cobijas de tonos grises.
Con las pupilas bien dilatadas continuo mi rutina mañanera, me pongo mi playera blanca, un suéter negro encima, mi cazadora con estampados de camuflaje gris, unos jeans rotos que tengo sobre la montaña de ropa en la cama con la que me acurruco por las noches. Y, por último, mis botas favoritas: unas Timberland negras y desgastadas. Me peino levemente mi melena de león clara, que corte yo misma, muy corto de los lados y algo más largo arriba, así como Anne Hathaway en 2013. Con la mochila llena de parches y pines echada al hombro y mis guantes y gorro a la mano salgo de mi habitación y me dirijo a la puerta, y con el picaporte de la entrada en la mano la escucho hablarme.
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COLD SIDE
Mystery / Thriller"Todo se desmorona tan fácil. Tan sencillo como romper el cristal de un espejo. Descuartizar el reflejo de una bella imagen, de una imagen que creías conocer. Que sentías tan familiar a ti, tan ajena a uno mismo. Y ahora simplemente se esfuma y desv...