Capítulo 18

47 8 2
                                    


"Seamos sinceros lo que quiero es chillar, salir de estos zapatos de cristal que tan bonitos son desde fuera pero que cuando te los pones aprietan, cortan como cuchillas y yo mientras tengo que retener las lágrimas. Quiero hacer lo que quiera cuando quiera sin pensar en nadie total al final todo el mundo hace lo que quiere sin pensar, todos te traicionan antes o después durante más o menos tiempo. Poco a poco abro los ojos y quien está ahí es quien menos esperaba y quien creía que estaría pasase lo que pasase se van como el humo cuando pestañeo... No sé si lo sabías pero mi mejor amiga me abandonó sin previo aviso ¿pero sabes? Al menos ella no me traicionó, cuando me quiso dejar lo hizo y punto no como tú que te quedas a mi lado pero no estas, vete, que todas mis sonrisas contigo a partir de hoy no serán reales porque no podré estar a tu lado sin pensar en que me estás mintiendo. Al final mi padre siempre tuvo razón..."

Miraba la tecla de enviar, jugaba conmigo, me decía pulsa pero mi cabeza decía que no. Total ya me había desahogado ¿para qué enviarlo? Total David tampoco tiene que saber que yo lo sé, mañana le voy a seguir y veré con quién me está engañando.

Bueno creo que me voy a ir a dormir...

[David]

No puedo dormir...

La echo tanto de menos... No puedo esperar más para verla, mañana por fin será el gran día, estoy harto de tener que aguantarme tantos años por el móvil, cada mes dos llamadas, dos asquerosas llamadas. Toda mi vida se basa en ella, todo gira en torno a ella, mi vida es ella. Es mi princesa, necesito protegerla y ahora no puedo, me alejaron de ella y ansío tanto volver a tocar su mano, abrazarla, pasar las manos por su pelo y que se vuelva loca y me pegue, hacerle cosquillar o contarle un chiste horrible para sacarle una sonrisa por muy pequeña que sea. Su sonrisa es mi motor y su risa es mejor que la novena de Mozart.

Abro el cajón donde tengo todos sus dibujos, la tengo a color, en blanco y negro, con colores de madera, al óleo, a carboncillo... con todos sus detalles y sus perfectas imperfecciones. Tengo carpetas enteras, libros con fundas donde las meto para que no se estropeen.

Mañana es el día, mañana mi vida volverá a cobrar sentido.




El libro del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora